Capítulo 18

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- ¿¡Tori sigues viva!? - Volvió a hablar mi hermana desde la planta baja.

- ¿¡Entonces qué hacemos!? - Insistió Jade

- ¡No me presiones! - Respondí alterada.

Comenzamos a hablar al mismo tiempo y duramos en esa discusión algunos segundos, hasta que se me ocurrió algo.

- No quiero tener que explicarle a la loca de tu hermana por qué estoy aquí para que de nuevo vuelvas a negar... -

- ¡Al armario! - La interrumpí empujándola hacía este.

- ¿Es en serio? - Preguntó resistiéndose un poco.

- Sip - Abrí la puerta, la empujé dentro y cerré. Escuche un gruñido de resignación desde adentro.

- ¿Al menos podrías darme mi teléfono? - Habló.

Tomé el aparato de mi mesita de noche y se lo entregué cerrando la puerta rápidamente. Escuchaba los pasos de mi hermana cada vez más cerca.
Corrí hacia la cama y me acomodé lo más rápido que pude tomando mi celular para simular que hacía algo.

- Emm ¿Tori? - Asomó la cabeza mi hermana - ¿Estas decente? -

- Si a esto se le puede llamar decencia...- Dije con sarcasmo.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó entrando totalmente.

- Mejor, gracias - Le sonreí falsamente.

- ¿Por qué parece que alguien lanzó una granada en la cocina? - Preguntó extrañada.

Jade...

- Amm yo... Hice sopa - Miré disimuladamente hacia la puerta del armario, estoy segura que ella podía mirar a través de las ranuras.

- ¿Fuiste a la farmacia? - Se acercó a mirar la bolsa que contenía los medicamentos.

Maldición... El ticket aún estaba ahí.

- Tuve que... Ya que me abandonaste aquí -

- Bueno... Dejaste la puerta abierta - Me dijo - No le diré a papá si me ayudas con mi tarea - Me chantajeó. Mi papá era policía, no permitía jamás que la puerta de la entrada estuviera sin seguro... La seguridad es primero.

- Trina... Estoy enferma - Le recordé. Además yo ni siquiera había bajado y mucho menos abierto la puerta.

Jade.... De nuevo.

-Ash bueno... y ¿Que hacías cuando llegué? -

- Estaba aquí... Con mi teléfono - Lo agité para hacer énfasis.

- Ohh y... - Entre cerró los ojos - ¿Sueles usar tu teléfono al revés muy seguido o la fiebre arruinó tu sentido común? -

- ¿Qué? - Lo miré y me di cuenta que tenía razón - Oh... Emm, no importa - Lo dejé de lado. - ¿Qué tal la escuela? -

- Bueno... Un idiota robó mi almuerzo y el maestro de canto me dijo que mis notas estaban desafinadas, más específicamente dijo que parecía una morsa... - Se sentó en el borde de mi cama - Es obvio que no tiene idea de lo que es talento... - Comenzó a hablar y a elogiarse.

Nunca era de mis cosas favoritas en la vida escuchar a Trina hablando de sí misma, pero en este momento en verdad tenía urgencia por que se fuera, el armario era realmente pequeño y Jade iba a matarme si la mantenía mucho tiempo ahí.

Mi celular vibró con un mensaje.

"Por favor dile a tu fastidiosa hermana que se calle de una vez, su voz me irrita"

La cita - JoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora