La cita - Jori

Capítulo 31

- ¿Estas bien? - Se acercó mi padre a dar leves golpes en mi espalda.

- Si... - Dije entre mi mortal ataque de tos que comenzaba a disiparse.

- Disculpen, solo vine a... Buscar salsa - Dijo Jade con un tono extraño. No era difícil saber que lo había escuchado todo.

Todos evitábamos mirarnos directamente, de pronto la mesa, el piso o la ventana eran más fáciles de mirar.

- Iré a ver qué necesita tu madre... - Dijo papá sin percatarse realmente de lo que estaba sucediendo - ¿Segura que estás bien? -

No.

- Si... - Él asintió y luego abandonó el lugar. Inmediatamente la tensión se multiplicó.

- Entonces ¿Tienen salsa en algún lado o... - Preguntó Jade caminando hacia la alacena.

- Beck, ¿Puedes llevar la limonada por mí? - Pedí con la intención de que saliera pronto del panorama.

- Seguro... - Dijo él con una sonrisa falsa mientras tomaba la jarra. Correspondí esa sonrisa falsa con una igual.

Cuando él atravesó la puerta, Jade intentó tomar del porta cuchillos el más grande y caminó en su dirección

- ¡Deja eso! - Le arrebaté el objeto de la mano y lo alejé junto con los demás.

- ¿¡Por qué no me dijiste nada!? - Dijo totalmente alterada. - ¿¡Por qué me mientes!? -

- Jade... - Intenté tranquilizarla, totalmente en vano mi esfuerzo.

- ¡Y yo de estúpida sintiéndome culpable por presionarte con el tema! - Seguía hablando alto y caminando por toda la cocina - Estoy harta de hablar de Beck todo el tiempo - Me imitó, como siempre, pero esta vez no me parecía lindo que lo hiciera.

- Si me dejaras explicarte... - Intenté acercarme - No te mentí, solo... -

- ¡Me ocultaste cosas! - Se alejó - Y eso no es mejor que mentir - Me dio una mirada profunda y ligeramente frágil.

Me mataba verla así y aún más el hecho de saber que era mi culpa.

- Déjame explicar... -

- Tarde para eso Victoria - Dijo ella pasando de mí hasta desaparecer tras la puerta.

Suspiré tomando la salsa que ella había olvidado llevar.

Esta vez sí que metiste la pata Tori.

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- Es la última - Dijo André cuando terminó de subir nuestro equipaje.

Era hora de irnos, nos reunimos con mi familia en la entrada del camper para despedirnos.

- Con cuidado - Dijo mi padre mientras dejaba un beso en mi frente - Nos vemos en un par de días, nos aseguraremos de que tu abuela esté totalmente recuperada antes de regresar -

- Tomen todo el tiempo que necesiten - Respondí.

- No quiero sorpresas cuando vuelva - Advirtió mi madre a Trina mientras se despedían.

- Oh no te preocupes... No es como que vayamos a empezar a salir con gente sin estilo alguno y con serios problemas de manejo de ira - Respondió ella con ironía, golpeé sus costillas con mi codo sin que mi madre lo notara.

Los demás comenzaron a agradecer y despedirse también. Así que aproveché el momento para acercarme a mi abuela.

- Recupérate abue, te amo - La abracé