El tiempo se hizo humo entre sus dedos y para esas fechas el parto estaba demasiado cerca, cada miembro de la familia estaba a la expectativa de qué sucediera en cualquier momento. Y siendo sinceros, Santos estaba muerto del miedo, es decir ¡En cuestión de una semana o de días sería padre! Y al mismo tiempo sentía temor de que algo resultase mal o que Abril no se sintiera preparada para enfrentar semejante reto ya ineludible, esos pensamientos le robaban la tranquilidad al futuro padre y complicaban su vida aún más, siendo testigo de los malestares a los que la pobre mujer se veía sometida.
Y es que a últimas fechas se encontraba más irritable, sensible y con mayor incomodidad para descansar, por lo que no era raro pasar noches en vela intentando hallar acomodo – salvo en los brazos de él – y por ende, descansar en las horas del día. Esos días en particular fueron desastrosos, Abril tenía un mal descanso y luego con la llegada de visitas indeseables para ella, la hicieron recluir en una alcoba de la primera planta de la mansión y no salir prácticamente a nada. Y Santos no era ningún tonto para ignorar el malestar existente entre su esposa y hermano, a decir verdad debía admitir que Travis desconfiaba en general de cierto tipo de personas – más bien mujeres - y bueno, Bárbara se había llevado el premio mayor a las indeseables; por lo que podía entender cierta reticencia entre ambos, ya que su hermano prácticamente había cesado sus visitas aludiendo a su ausencia "múltiples ocupaciones" ¡Jah! A él no lo engañaba, pero tampoco sería quién lo obligase a compartir con su esposa a fin de no añadir leña al fuego y perjudicar el ambiente familiar, ya que su mujer no se quedaba tranquila siendo el blanco fijo de los ataques del menor de los Lombardo – aunque estos, más bien eran observaciones por parte de su hermano –. Ella más de una vez le había comentado lo mucho que detestaba que la juzgasen sin conocerla siquiera y él la consolaba diciéndole que ese era el modo de ser de su hermano, uno bastante quisquilloso para confiar en las mujeres, sobre todo al verlo sufrir por cierta arpía años atrás. Por lo que aprovecharon los días que estarían juntos para celebrar el cumpleaños de Joe, compartieron en familia de juegos y recordaron viejos tiempos como cuando eran niños entre risas, comidas y chistes.
Abril despertó con una sensación creciente de incomodidad en su cuerpo, sentía unos espasmos terribles, el sueño fastidioso y sobre todo mucha calor - pese a estar en temporada de invierno - las fiestas de fin de año transcurrieron con una tensa calma o al menos eso sentía Abril, ya que estaba bastante sensible y quizá por esa razón, su familia evitaba darle motivos para alterarse. Esa horrible mujer mágicamente desapareció de su vida, no volvió a verla en todo el tiempo después de aquel incidente en las escaleras, pero no era algo que la tranquilizara del todo; por el contrario, la preocupaba aún más, ya que si bien no venía a casa y le evitaba el mal gusto de ver su cara, eso no significaba que dejase de verse con santos... ¡Al enemigo cerca! Siempre le había dicho su madre y ella no podía estar más de acuerdo ¿Cuándo dijo que acampaba cada año, y de ser así le daría por quitarle el frío en las noches? ¿Santos la rechazaría? ¡Dios! Tenía que dejar de pensar en tantos escenarios donde Nuria podría interponerse en su relación, pero era casi imposible hacerlo, cómo no preocuparse, si tenía un esposo tan hermoso e importante. Y no, no eran histerias suyas, era sentido de pertenencia y ella solo cuidaba lo suyo ¡Si señor!
Suspiró agotada, ya no podría dormir más porque el bebé estaba demasiado incómodo y así había pasado el día anterior completo, dormitando un poco y cansada, pero eso era normal, - según palabras de Joe, su suegro – que estaba al pendiente de que todo estuviese correcto en su embarazo. Se puso de pie, eran pasadas las diez de la mañana pese a lo cual todo estaba en oscuridad, tal vez habría una tormenta y no lo sabía... ¡Ahhj! No se sentía nada bien, le dolía demasiado la espalda y los cólicos no terminaron en su sueño, tenía ganas de llorar ya que cada vez dolía más, mucho más y estaba empezando a asustarse.
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Cambié Tu Destino (Próximamente Retirada) (3° Libro De Saga Destino)
Teen FictionAbril Johnson es la típica niña mimada que piensa que el mundo gira alrededor de ella o más bien, de la chequera de su padre, quien es cómplice de todos sus caprichos hasta el punto de casi poner el mundo a sus pies... Y es que siempre consigue l...