Al llegar a casa de sus padres evitó cualquier contacto con otra persona que no fuese su hijo, ese inocente de los errores de sus padres; se acostó a su lado y veló su sueño por varias horas. Poco pudo descansar pese a sentirse exhausto y esa noche competía con la anterior por ser la más larga de su vida. Las imágenes se repetían una tras otra como un caleidoscopio, sus palabras frívolas se mezclaban con el desconcierto en sus ojos al escuchar sus acusaciones...
¡Joder! Le partían el alma más que nada verla derramar lágrimas de impotencia, su incredulidad, si incluso llegó a suplicar porque no la dejará. Lejos quedó esa altiva mujer que vio en los videos, cargada de seguridad y arrogancia, frente a esta casi sumisa rogando por una oportunidad de ser escuchada. No podía encajar como la copia en miniatura de Bárbara Llorís – como se veía en los videos de seguridad al actuar de forma premeditada – podría llegar al extremo de perder la compostura y ello a su ver, era una prueba de que quizás no todo estaba perdido; que la Abril que lo enamoró finalmente no era aquel monstro capaz de fraguar una venganza y o de colaborar indirectamente en un intento de asesinato. No, la versión que conocía era mucho más humana, una mujer tierna que había logrado adueñarse de su corazón, aunque internamente temía que aflorara aquella versión y por eso la puso a prueba. Y es que por más daño que hubiese causado en el pasado los caprichos que alguna vez tuvo – pese a que conservaba algunos - él no podría simplemente alejarla de su vida, la amaba como a nadie y tan solo quiso enseñarle una lección, para que comprendiera en carne propia el dolor ajeno. Debía ponerse en los zapatos de Irina, comprender por todo el dolor, las lágrimas, desesperación y el miedo que tuvo que pasar al saberse sola en el mundo, embarazada y sin ánimos de vivir, pese a lo cual logró transformar su vida, luchar por ella y su pequeño. ¿Eso era posible? ¿Abril podría ponerse en sus zapatos y entender que la vida no era un juego? Que las rivalidades no traen nada bueno y al final, quien más sufren son los inocentes. Esperaba que sí, que su mujer diera muestras de cambio - esta vez positivos - porque no se veía compartiendo la vida con una mujer llena de escrúpulos, su amor propio le impediría sentirse feliz viviendo con una copia en miniatura de su suegra, Bárbara Llorís.
***
Después de varias horas Abril yacía en el mismo lugar donde Santos la dejó, desconsolada, ahogada en los recuerdos. Podía verse así misma aquella noche, cuando junto a sus amigas Orianna y Grethel planeaban ejecutar su venganza contra Penélope Summer – la mujer más insoportable y manipuladora del planeta – pero nunca pensaron que con sus actos causarían daño a quien no lo merecía...
De eso estaban seguras, y es que analizando todo desde su perspectiva, la única perjudicada sería esa modelito de pacotilla que moriría de rabia por saber que su propio hermano caería en las garras de sus más fieles contrincantes, él en cambio no perdería nada ¿No era un libertino pese a su corta edad? Ningún hombre en su sano juicio despreciaría a una mujer hermosa, ni se dejaría influenciar por su hermana. Ellos son seres más básicos, o al menos así lo pensaron, porque claramente se equivocaron y el imbécil tenía que ser tan correcto ¡Maldito código de honor! No sólo no cayó en el juego, sino que según palabras de Santos había sido testigo de toda la estrategia ¡Y ellas no lo sabían! Ni si quisiera tenían idea de que se encontraba presente y o que sus amigos planearían un contraataque donde Xavi no participaría – por lo que recordaba él se encontraba en Berlín para esa fecha, en la semana de la moda. Pero lo que no lograba integrar en su cabeza era que si nunca lograron su objetivo, ni ganaron la apuesta, porqué Santos se empecinaba con ella. Porqué juzgarla hasta el punto de implicarla en la muerte de Irina Landero ¿Acaso olvidaba que Travis también participó en ese juego? Sí, planearon una venganza contra los hermanos Summer, no lo negaría; pero nadie obligó a sus amigos a participar en un contraataque, ellos decidieron jugar con fuego y debían asumir los riesgos, de eso no eran culpables y las consecuencias de ello se salían de sus manos.
Sin embargo, no podía olvidarse de ese pequeño angelito, él como bien dijo Santos era el único inocente en toda esa historia, perdió a su madre sin merecerlo y vivió sus primeros meses lejos de su verdadera familia. ¿Podría ser cierto? ¿Tuvo algo que ver en aquél ese trágico desenlace? Sinceramente lo dudaba, muy poco viajaba a los países nórdicos, no cuando Grethel estaba en América y Korina estaba radicada en Suecia – sollozó nuevamente – tenía que existir una explicación lógica a todo eso y ella la conseguiría. Como que se llamaba Abril Johnson, así tuviese que bajar al mismísimo infierno para obtener sus respuestas, lo haría, le demostraría a Santos que estaba equivocado. Aunque técnicamente su destino era precisamente el infierno, en su lugar se enfrentaría ante el arrogante Xavi Summer y lo haría retractarse de todas las mentiras con que envenenó a Santos.
Agradecía la presencia de sus fieles amigas que al igual que ella desconocían de los últimos hechos, de los que era acusada e incluso Grethel juraba que Summer había caído en sus encantos – aunque por breves momentos – y así se lo había echado en cara a su rival tan solo días atrás. Pero también cabía la posibilidad de que fuese otra persona, más exactamente Travis Lombardo y que ese acto desencadenara su trágica historia de amor; pero aún en ese escenario ellas resultaban limpias de toda acusación, por lo que su última opción era la que se planteaba. No perdió más el tiempo lamentándose sobre leche derramada, sino que se levantó de inmediato en busca de la única persona que podía brindarle las coordenadas exactas donde encontrar a su enemigo: su padre, Gastón Johnson.
Al ingresar a su despacho pensó que la retendría, que le pediría explicaciones o acusaría a Santos de intransigente, pero no fue el caso: Él simplemente le brindó la información requerida sin menores interrogantes, ni siquiera cuestionó por su deplorable aspecto o de su interés por entrevistarse con cierto modelo. De hecho, juraría haber visto un deje de decepción en sus ojos, lo que le hizo pensar que tenía conocimiento de la esa situación. Tampoco pretendía darle respuestas, ni buscaría nuevamente a Santos porque no creía poder soportar ver su rostro descompuesto dirigido hacia ella. Por lo que tampoco vería a su pequeño y contactar a Alina le sería imposible, ella era tan abuela de Dean como lo era de Kenneth, de hecho tomó el papel de madre sustituta en vista de su orfandad y que su padre regresara a las canchas de Hockey. Ni hablar, la odiaría ¡Nunca le daría la razón! - notó con pena, en su lugar tampoco la perdonaría - lo más importante en ese momento era volver al origen de toda esa locura, lucharía con uñas y dientes por defender su familia, incluso si al hacerlo se enfrentaba frente a frente con aquel ser despreciable.
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Cambié Tu Destino (Próximamente Retirada) (3° Libro De Saga Destino)
Teen FictionAbril Johnson es la típica niña mimada que piensa que el mundo gira alrededor de ella o más bien, de la chequera de su padre, quien es cómplice de todos sus caprichos hasta el punto de casi poner el mundo a sus pies... Y es que siempre consigue l...