Esa mañana se encontraba en un estado de ánimo exultante, de hecho la palabra feliz se quedaba corta en definir la alegría que embargaba su alma al saber que su hijo se estaba dando a conocer, y quizás lo mejor de todo era saber que sus gustos formaban parte de los antojos que su esposa experimentaba - De acuerdo a lo que esta misma le había mencionado la noche anterior - sí, definitivamente ese detalle pese a ser algo pequeño frente a toda una situación compleja por resolver, podía ser el inicio de algo mejor entre ambos; por lo que sentía un pequeño triunfo ante la austeridad de tantas semanas atrás y por ahora se sentía satisfecho de haber compartido esos escasos minutos de tiempo con ella, algo que logró hacerlo descansar de manera tranquila por primera vez en cuatro meses. Durmió feliz y en su pecho emergían los vestigios de positivismo que en días pasados no ese permitió tener, cuando todo parecía augurar una noche eterna. Posiblemente la actitud de Abril se debió a una casualidad o por simple necesidad al saberse indefensa ante una posible caída inminente, pero le gustó estar a su lado y cumplir sus antojos sin que nada negativo sucediese; y al ver como ella lo esperó como una niña ansiosa hasta que regresó con el preciado botín fue algo asombroso, más aun en el momento de probar del chocolate y emitir un gemido celestial que fue por demás excitante.
Despertó con ánimos renovados, aunque consciente de que esa mañana sería un nuevo reto, era capaz de comprender que lo compartido la noche anterior era apenas un pequeño paso en el camino de que su mujer lo tolerase siquiera y por esa razón no pretendía atosigarla con su presencia; no obstante, por ese día era necesario ya que su hermano Travis vendría a pasar el día en casa junto a su pequeño hijo y él quería estar compartir con su familia al menos por unas horas, ya que tenía un par de meses sin ver a Dean quien se ganó el corazón de cada miembro de su familia con genuinos coqueteos al ser digna copia de su padre, genio y figura hasta la sepultura. Antes de bajar al comedor tomó sus cosas y entrenó en el gimnasio de la casa, aunque a decir verdad no vivía con sus padres desde hacía varios años para ser exactos; pero dada la tesitura en que se encontraba, no concebía la idea de llevar a Abril a su departamento ya que eso hubiese sido algo tenaz de intentarlo siquiera, probablemente se habría lanzado del sexto piso y ese había sido el motivo por el que se vio en la obligación de volver a su antiguo hogar nuevamente, por ella y su hijo.
Una vez concluida la rutina de entrenamientos, tomó una ducha helada como era su costumbre y luego se decidió a bajar hasta el comedor, ya que su habitación se encontraba en el segundo piso de la mansión, descendió las escaleras casi saboreando el desayuno que sólo Raquel podía realizar, con suerte y preparaba su platillo favorito - Se dijo así mismo - y continuo su descenso tarareando una canción pegajosa que estaba de moda en esos momentos, cuando de la nada escuchó aquel grito desgarrador, que era una llamada de auxilio claramente y él desafortunadamente conocía esa voz a la perfección, de hecho aún recordaba su risa después de comerse sus chocolates a prisa la noche anterior, lo cual solo significaba una cosa: Abril estaba en problemas. No midió las posibles implicaciones que tendría su presencia ante la dama, no, él solo tenía en mente que su mujer e hijo se hallaban en riesgo y sabiéndose el único responsable por ambos, corrió hasta llegar al lugar y se frenó bastante sorprendido, mucho a decir verdad. Y es que no era para menos, al ver cómo Abril luchaba por escapar de la araña - La mascota de Travis, por cierto - y en su escape había logrado subir a los brazos de Xavi Summer, nada más y nada menos que el mejor amigo de su hermano, algo digno de ver. Este se mostraba incomodo ante la situación, pero aun así la sostenía en brazos.
- ¡Basta tía! Que la vas a asustar, que romana no tiene la culpa - Pronunció Xavi con gesto crispado, pero sin exaltarse - ¡Vaya semana tenía! Pensó con fastidio, si en el trascurso de la misma tres mujeres se le lanzaron encima, una loca obsesiva que no quería mencionar y ahora esa en particular no era de su agrado precisamente. Ya empezaba a preocuparse, dado que no quería llegar a un hospital en un buen tiempo al ser alérgico a los cosméticos.
En esos momentos de miedo y sí, vergüenza - Debía admitir - Abril levantó la vista después de escuchar las palabras de su salvador; no obstante, al ver quien la sostenía en brazos se paralizó, pues era nada más y nada menos que el mismo modelo de quien hiciera la apuesta con sus amigas años atrás y dicho fuera de paso, no parecía nada contento de tenerla cerca. Sus ojos cambiaban de color rápidamente, pasando de un gris plomo a un azul intenso, sin duda algo muy inusual que le daba un efecto aún más imponente - Si esto fuera posible - había cambiado drásticamente desde la última vez que lo vio, ya que su cabello caía desordenado por su rostro y su cuerpo destacaba de un modo varonil, luciendo más fuerte y definido, por lo que lograba sentir, continuó con su descarada inspección.
El gesto engreído de su rostro la trajo de nuevo a la realidad, habían sido unos segundos bastante intensos bajo su continuo escrutinio. Algo que se interrumpió gracias al mismo personaje al pronunciar: - ¿Estás cómoda? - Cuestionó con sarcasmo - si gustas podríamos pedir el té - Arguyó con desdén.
Las palabras de Xavi lograron romper tenso momento y Santos se apresuró a tomar a Abril de brazos de este, llevándola hasta el comedor, no sin antes emitir un silencioso "gracias" al amigo de su hermano y quien se encogió de hombros restándole importancia. Santos no recordaba cuando fue la última vez que vio a Summer mostrarse tan expresivo, incluso lucía bastante incómodo con la situación - Probablemente debido a que su mujer se aferraba a él como un coala a su árbol favorito y en caso semejante cualquiera estaría, pensó para sí mismo. Tampoco le pasó desapercibido el hecho de que su hermano se mostraba divertidísimo y podía jurar que esa jugada se debía precisamente a su presencia en casa.
Travis tomó a su mascota de en medio de la estancia, si bien su estrategia se había salido un poquito del camino establecido, ya que nunca pensó que precisamente su cuñada se lanzaría en brazos de Xavi, lo cierto era que no hay plan perfecto al final de cuentas y su amigo tampoco recriminaría por aquel accidente, pese a las circunstancias; por lo que tomó a Romana rápidamente y se marchó hacia su antigua habitación a fin de resguardarla en su casita, no sin antes consolarla dramáticamente. - ¡Descuida Romana - Le dijo a su mascota - que esa loca no volverá a gritarte, yo cuidaré de ti!
Tanto los padres como el resto del personal de la mansión no salían de su asombro, estaban pasmados ya que esperaban una reacción diferente por parte de la joven al verse en brazos de Santos. Y es que mágicamente Abril no lo rechazó, esto quizás debido al susto que la pobre sufrió al toparse con cierta mascota, tendría que averiguar cómo llegó Romana hasta el corredor - Se dijo Alina con suspicacia, ya que bastaba tener a su segundo hijo en casa para que ocurrieran "accidentes de ese tipo" - al tiempo que Travis desaparecía consintiendo su araña, ocurrió algo aún más extraño y es que Xavi después de mostrarse incomodo ante la situación previa, al presenciar como su amigo consolaba a su mascota, dejó salir tamaña carcajada que logró escucharse en toda la mansión y logró contagiar a muchos de los presentes.
-¡Vaya, vaya! - Lo interrumpió Victoria entrando al comedor - pero si de veras no eres un iceberg como se dice en la prensa - Musitó con suficiencia - al parecer tienes un humor bastante peculiar ¿No, Xavi? - Determinó la joven viendo con ojos gesto engreído.
El interpelado por su parte, se encogió de hombros ya que poco le importaba el cómo otros lo juzgasen; de hecho nunca la había interesado y mucho menos de ella, quien era como una prima, al ser la hermana de su mejor amigo. Le restó importancia con un gesto de manos y siguió el camino de Travis, alegando algo así como que se asegurarían de que la pobre araña no sufriera "daños psicológico" y desapareció de su vista.
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Cambié Tu Destino (Próximamente Retirada) (3° Libro De Saga Destino)
Novela JuvenilAbril Johnson es la típica niña mimada que piensa que el mundo gira alrededor de ella o más bien, de la chequera de su padre, quien es cómplice de todos sus caprichos hasta el punto de casi poner el mundo a sus pies... Y es que siempre consigue l...