Tres meses del nacimiento del pequeño Kenneth las cosas no podían ir mejor Abril sentía una felicidad inmensa y en caso de que alguien cuestionara sobre el concepto de la palabra felicidad en sí mismo, bien podrían utilizar una imagen suya como referencia sin temor a equivocarse en absoluto. Su bebé era todo un angelito y su familia tanto como a su primer nieto, además tenía un esposo atento y amoroso, al cual su padre aceptó como a uno más de la familia. Claro que con Bárbara las cosas eran a otro precio, con ella aún no lograba olvidar todas y cada una de las cosas de las que fue capaz de incurrir con tal de obtener algo más de dinero, y si bien no era una mujer rencorosa sabía que recuperar la confianza en su madre tardaría mucho tiempo. Sin embargo, existía un pequeño lunar que lograba opacar toda esa felicidad, una parte de la historia que no lograba encajar, ya que entre todos los buenos deseos y la alegría contagiosa que sentía al tener la familia reunida luego del nacimiento de su bebé, algo la inquietaba y en parte la tenía molesta. Y este era ese joven en particular, Xavi Summer la ponía incómoda y hasta le generaba desconfiada, no entendía bien; no entendía bien por qué todos parecían adorarle. En una ocasión mientras conversaba con Santos le preguntó sobre su vida o a qué se debía esa devoción que le veneraba la familia completa; y este se limitó a responder que Xavi era parte de la familia, que se había ganado el respeto y la confianza de sus padres, el afecto de sus hermanos - ya que Victoria lo adoraba - era el mejor amigo de Travis desde hacía diez año, incluso admitió que en algún momento de su vida sintió celos de que le robará el cariño de su hermano, pero luego pudo entender que juntos eran mejores personas - algo que ella particularmente dudaba ¡Si era un cretino! Pese a que fue la persona que la ayudó cuando más lo necesitaba, pero cualquier tipo de agradecimiento perdió validez al tener sobre sí esa mirada de repulsión nuevamente y allí comprendió que ese acto fue una simple cortesía que habría hecho con cualquier persona – Santos daba fe de que era un amigo incondicional, que con su hermano era cómplice de aventuras y no sólo con él, sino con otros cinco amigos del deporte.
-Pero él es modelo - reviró audazmente.
-No siempre fue así, estoy completamente seguro que de no ser por aquel accidente que alguna vez mencione, Xavi Summer sería el mejor ofensivo que tendría el Hockey sobre hielo – mencionó Santos totalmente convencido – Juntos eran una dupla imparable, pero su futuro se vio truncado por ese accidente y su única opción fue el modelaje. Ya ves que es el mejor en lo que se propone - culminó su esposo. Y en algo estuvo de acuerdo, él era un buen ofensivo, aún lejos de las canchas del hockey.
En conclusión "Summer era un ser excepcional y contaba con todo su respeto" – le había dicho su esposo – pero claro, a ella no la convencían tantas maravillas, dichas en su favor. Todo lo contrario el mundo podría afirmar que era la octava y última maravilla del mundo, "El más coqueto, seductor irresistible" - según palabras de Orianna - y todo un modelo reconocido internacionalmente. Incluso fue candidato a Mr. Universo, aunque él mismo declino esa oferta e incluso se distanció del mundo del modelaje, de lo único que se admirada era de la razón por la que hizo este sacrificio: Dean Lombardo, su sobrino político.
No obstante, a ella no le caía en gracia y por lo visto era un sentimiento reciproco, parecía odiarla, no, la aborrecía – lo que era peor – siempre la veía con un deje de desprecio y sin razón aparente ¡Si ella era la persona más sociable del mundo! – todo el mundo lo sabía – No se conocían de nada pero él tenía siempre mantenía ese deje de insolencia propio de alguien importante, Xavi Summer se creía el dueño del mundo – y solo tal vez, no estaba muy lejos de serlo – a su escaza edad era un empresario reconocido mundialmente, siendo hijo de un propietario de una cadena de hoteles en Europa y parte de Asia, accionista importante en una empresa de seguridad informática muy reconocida – aunque no recordaba el nombre – un modelo sumamente importante y de acuerdo a la información que Santos le dio, era un ex jugador de hockey sobre hielo. Todo eso en cuanto a lo profesional, ya que personalmente era un deportista activo; aficionado a los deportes extremos y según las malas lenguas era hijo adoptivo ¡De un Jeque! – Lo cual era totalmente falso, ya que conocía a Dimitri Lombardo y estaba lejos de ser alguien tan importante -. Su propio padre, era socio minoritario en una sucursal hotelera en América y lo admiraba también.
Después de tomarse en serio su papel de detective privado - investigando en la web – por fin pudo entender la obsesión de su amiga con el joven, sumado todas sus aparentes virtudes, llegaba a la conclusión de que el condenado era atractivo – demasiado a decir verdad – tanto así que tenía millones de fanáticas que lo acosaban y querían al menos la dicha de pasar una noche en su cama. Y lo más absurdo de todo era eso que el fulano, apenas tenía ¡Veinte años! ¿Podría haber algo más absurdo e ilógico? ¡Pues no! Era simplemente inconcebible. A él lo podía ignorar – decidió finalmente - pero lo más preocupante de todo ese embrollo era que Travis la tenía en la mira, es decir, que no estaba en mejores condiciones para con ella, mostraba recelos en cuanto a su persona y solo podía ver aprecio en sus ojos cuando sostenía a Kenneth en brazos, mientras la vigilaba constantemente, a tal punto de desquiciarla y querer partirle uno de los jarrones carísimos de Alina, en la cabeza. Agotada se dejó caer en el respaldar de la cama, pensativa ¿Qué se traía ese par entre manos? O ¿Por qué demonios su aversión hacia ella? Finalmente se encogió de hombros, allá ellos con sus excentricidades, no le daría más importancia de la que tenían, decidió olvidar el tema finalmente y enfocarse en lo importante.
Su hijo, Kenneth Lombardo crecía y era cada vez más adorable, tenía sus ojitos azules - herencia de su padre- y esas mejillas sonrosadas, era de cabello rubio como el suyo, y para su corta edad era bastante grande, sin duda, sería un dolor de cabeza para los padres de las jovencitas en un futuro - pensó divertida – y por otra parte aquel par podría estar seguro que en caso de tratarse de celos – lo cual era una posibilidad, a su pensar – porque su bebé era muy distinto a su primo Dean, este tenía el mismo cabello castaño de su padre y presumía de unos ojos grises y juguetones. Pero lo digno de admirar en ese precioso bebé era su personalidad adorable, una que lo hacía ganarse el corazón del que lo viese, al menos en su caso, cuando lo tuvo en sus brazos varios meses atrás - ganándose un par de miradas de desprecio, debía admitir - él siempre sería su sobrino favorito, pese a ser el único hasta el momento. Sin embargo, cada día al vivir su experiencia de madre no lograba eludir la nostalgia de saber que ese pequeño bebé no tendría el cariño de una madre que lo protegiese. Ella murió varios días después del parto, sin posibilidad de conocer a su propio hijo debido a que este permanecía en una incubadora también luchando por sobrevivir. ¡Dios! A veces nada es lo justo que queremos - pensó con un nudo en la garganta, de hecho más de una vez Santos la encontró llorando al recordar lo injusta que podía ser la vida –, porque qué culpa tenía el bebé de venir al mundo y con su misma llegada terminar la vida de la madre. Era una lástima, sus ojos se inundaron de lágrimas contenidas al pensar que su hijo sí contaba con su amor incondicional; en cambio Dean... ¿Podría brindarle su amor al pequeño? Sí, tenía suficiente para los dos y nadie podría discriminarlo por ser diferente al resto de niños.
Cuando escuchó abrirse la cerradura de la puerta del departamento en que finalmente vivían – al ser la residencia de su esposo - Santos entró como alma que lleva el diablo, estaba furioso y desesperado, tanto así que ni bien la saludo con un beso en la frente, tomó una maleta ligera, sus documentos y salió nuevamente a toda prisa, pronunciando unas palabras que lograron helarle la sangre: Victoria estaba desaparecida.
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Cambié Tu Destino (Próximamente Retirada) (3° Libro De Saga Destino)
Teen FictionAbril Johnson es la típica niña mimada que piensa que el mundo gira alrededor de ella o más bien, de la chequera de su padre, quien es cómplice de todos sus caprichos hasta el punto de casi poner el mundo a sus pies... Y es que siempre consigue l...