Damian Paleta
Recientemente ascendido, se encontraba teniendo una mejor vida los últimos dos años. Apenas se veía con el resto de los chicos. Sólo sostenía una relación cercana con Javier, con quien generalmente se veía todas las semanas con otros amigos por su cuenta. Se había logrado mudar sólo después de mucho trabajo y esfuerzo y finalmente había logrado establecer una pareja con una muchacha que conoció. Se encontraba alejado de la joda y ahora no hacía más que dedicarse con poco descanso a su laburo y a su chica.
Su cotidianeidad era exactamente lo que había estado buscando. Finalmente tenía lo que pretendía y había salido de la cárcel de su familia. Sin embargo, había algo que empezaba a molestarle. ¿Realmente había llegado al punto de vivir para trabajar? ¿Desmadrarse durante diez horas por día era el objetivo que tenía en mente? Matarse horas y horas para un gordo que es dueño de un supermercado y que ni aparece y hasta se demora en pagar el sueldo estaba dejando de hacerlo feliz.
Se había vuelto una persona más. No le disgustaba esa idea, pero mientras pasaban los días, esa estructura estaba empezando a asfixiarlo. A la vez, nunca había estudiado una carrera y le daba vagancia comenzar una. Esa decisión le impedía encontrar a corto plazo otro trabajo que le deje la misma suma de dinero.
Dako se encontraba en una encrucijada. Lo habló con su novia y la misma se mostró poco comprensiva. No creía buena idea poner en riesgo todo lo que había logrado por un capricho. Él, sin embargo, sabía que no era sólo eso. Era un llamado de su corazón a cambiar.
Su semana había pasado sin sobresaltos. Con apenas un poco de frío, pero nada más. No fue hasta el Domingo, mientras hacía zapping para el entretiempo de River, que vió una noticia que cambiaría todo: La casa de Mora parecía haberse prendido fuego. La noticia parecía informar que había gente dentro por testimonios pero que todavía no habían encontrado cuerpos. Adriano se llevaba con Nico, por lo que Dako decidió mandarle un mensaje privado por internet. Luego de quedarse viendo más de la tragedia, tuvo una invitación urgente de Adri para que fuera con el resto de los chicos para Morón.
Luego de vestirse, Damian llamó a la primera remisería que encontró para que lo pasen a buscar y luego a 2 personas más. Estaba preocupado. Que Adriano vuelva a aparecer después de tanto tiempo sólo lo inquietaba más. Pero, si Nicolás estuviese muerto, ¿Estaría en Morón? ¿Para qué su amigo los llamaba a ir hacia el Oeste? No había tiempo para cuestionarse nada. Agarró su mochila y se sentó en la puerta del departamento en Villa Pueyrredón y esperó a que el coche llegara.
Una vez que estuvieron los tres viajando, no tardaron en especular qué era lo que había ocurrido, mientras rompían el hielo con Martín después de tanto tiempo sin verlo. Ni él ni Javier tenían buena cara. El viaje duró apenas más de media hora y llegaron ya para la noche. Golpearon la puerta de chapa de la casa y Adriano les abrió.
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Adriano
General FictionAdriano Fuzzeta es un periodista de poca monta que bebe para olvidar y fuma marihuana para controlar su especial cualidad: Manipular el fuego. Vive refugiado en sus vicios preguntándose si es el único en el mundo así hasta que un día, un jóven de Sa...