MIN DADDY; yoontae

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Namjoon no se equivocaba cuando dijo que seria un trabajo difícil, le estaba jodiendo el hecho de que el tipo tenia mas de tres guardaespaldas a su lado todo el tiempo. Y es que el hombre no era cualquier persona, era el segundo al mando del tercer bando de mafiosos mas grande y poderoso de Corea claro que no seria nada fácil.

Persiguió al maldito por mas de una semana, buscando el momento adecuado para dar el tiro de gracia; incluso saco sus tan preciadas armas costosas como un francotirador... Pero los mafioso guardias no se les iba nada.

Ya harto, en un momento de histeria se coloco sus típicas gafas de sol junto con un cubre bocas, mientras el tipo bajaba de su camioneta el se acercaba y cuando este salio por completo antes que sus guardias corrió hasta el, cuando estuvo frente a frente disparo en su frente matándolo al instante.

Obviamente los hombres fueron tras  él pero, quien parecía ser la mano derecha del ahora muerto, ordenó que lo dejaran escapar. Claro, todo era parte del plan.

Huyó refugiándose en un hotel, permaneció en los baños una media hora cambio sus prendas tirando a la basura las otras y salio como si nada hubiese pasado, tomo un taxi y regreso a su hogar, extrañaba tanto a su bebe.

Su lindo Tae; lo había dejado con Seokjin durante muchos días solo viéndolo dormir pues había tenido que salir muy temprano y regresar a altas horas de la madrugada. Pero ya no mas, iba a pasar todo el día abrazando a su bebe de nuevo, lo llenaría de besos y saldrían a donde él quisiera.

El pequeño no es consciente de lo dependiente que Yoongi es de él, de lo mucho que sufre al no tenerlo cerca, del bien que di cuadrada sonrisa le hace a su corazón.

Una llamada entro a su móvil, contestó rápidamente al ver que se trataba de Namjoon

—¿Estas en casa?— fue lo primero que dijo el castaño

—Aún no, pero ya termine el trabajo.

—Perfecto, ¿el pequeño esta en casa?— su voz sonaba entusiasmada y eso de alguna forma relajo a Yoongi

—Si, esta con un amigo— miraba a todos lados por las ventanas del auto, aunque nadie podría seguirle

—Jimin y yo vamos para allá, tenemos una noticia importante

—¡muy importante!— grito el mencionado, Yoongi soltó una risilla

—Nos vemos entonces.— colgó la llamada.

El trayecto fue un tanto incómodo, sentía la mirada del conductor en él cada cierto tiempo, o tal vez, solo era paranoia.

Ya en su edificio, su corazón revoloteo feliz, extrañaba tanto a su bebé que movía impaciente su cuerpo en el elevador, las dos personas dentro lo miraban como bicho raro, muy pocos sabían de la existencia de Taehyung y del peso en la vida del mayor. Como era de esperar, el pequeño de cabellos castaños corrió hasta él cuando lo vio entrar, casi caen al suelo.

—Te extrañe mucho— gracias a la baja estatura y delgadez de, Taehyung  fue fácil cargarlo y sostenerlo en sus brazos.

En la estancia Jimin yacía sentado en el sofá, al parecer el y Taehyung veían caricaturas. Namjoon y Seokjin bebían café sentados en el comedor. Era de esas pocas veces que su casa estaba con mas de dos personas, eso comúnmente solía molestarle pero, el ambiente era tan cálido ahora que le parecía muy agradable.

Luego de la bienvenida, Namjoon y Jimin anunciaron que, oficialmente estaban comprometidos; Jimin mostró su mano donde un anillo de plata con una joya incrustada estaba, demasiado tierno.

Namjoon habló sobre su boda por lo civil, en estados unidos y después una ceremonia privada en su ciudad natal y tal vez quedarse a vivir. Todo en un transcurso de un año.

Mientras Seokjin explica al pequeño castaño lo que es una boda, Yoongi y Namjoon se alejaron para hablar mas en privado

—Estoy muy feliz por ti— Yoongi palmeo su hombro  este asintió sonriendo

—¿sabes lo que esto significa?— el mas bajo negó —estaré fuera del negocio, no mas de ese asqueroso mundo. — mantuvieron silencio por unos segundos

—Eso... Eso es increíble, es decir ahora tienes que proteger de Jimin.

—Asi es, Jimin no merece sufrir, no quiero dejarlo sólo antes de tiempo— miro a lo lejos, no podía imaginar que esa presiosa sonrisa desapareciera, menos por su culpa —¿Que hay de ti?

—Ya lo he pensado, hace unos meses me importaba una mierda morir pero, no puedo ahora, no con el ángel que llegó a mi vida....

—Yoongi, tienes que dejar esto lo antes posible— parecía preocupado, y es que tenia un mal presentimiento, Yoongi era como su hijo, tenia ese deseo de cuidarlo aun si ya no era el niño del que cuido hace años

—Lo haré, he ahorrado desde que empecé en esto pero no es suficiente como para darle una buena vida a Tae

—Solo no tardes demasiado, no podría vivir tranquilo si algo te pasa— avanzaron de nuevo hasta los demás

—Nam, no ha pasado cuando estuve solo no pasara ahora que tengo alguien que proteger.