MIN DADDY; yoontae

22

Quería sacar su arma y matar a todo el puto mundo para proteger a su bebé, quería acabar con ese bastardo que lo tenía con una puta cadena en la mano.

Pero tuvo que contenerse, los secuaces de Harrell lo llevaron hasta dentro de la bodega avisándole que dicha persona quería hablar con ellos, estando dentro, en el medio los menores tenían la vista fija en el piso y con solo ver a sus padres las lágrimas salieron rápidamente

—Tranquilo D, Ho, solo quiero hacer un trato con ustedes, nada de golpes no armas— alzó los brazos en forma de rendición

—¿Que mierda quieres?— escupió Min

—Dos sencillas cosas— camino hasta él, sin dejar de sonreír mientras los secuaces se colocaban a un lado del castaño y azabache —Quiero que pagues por lo que le hiciste a mi hijo y mates a Baek, el seguro te abrirá las puertas de su hogar con gusto.

Taehyung miraba si creer lo que escuchaba a Yoongi, no entendía como ese hombre le pedía tal cosa, su padre no es un asesino. Eso le hizo hervir la sangre y sin siquiera pensarlo grito

—¡Él no es un asesino!— Harrell de inmediato giro, encarando al menor con su típica sonrisa burlona, el castaño mantenía su mirada furiosa aún si las lágrimas salían de sus ojos

—¿No? Bueno, creo que te haz perdido de mucho, pequeño— de nuevo giro en dirección a Yoongi, señalándole despectivamente —¿Por qué no le dices la verdad?

—Salgamos y hablemos de esto lejos de...

—No, no, esa es la segunda y última cosa con la que pagarías tus deudas.

—No diré nada—murmuro, y en un chasquido de dedos, Harrell ya tenía a sus hombres apuntando con una pistola en la cien de los menores.

Jungkook balbuceo aterrorizado y su padre sintió su corazón romperse, no podía con algo así, su hijo no merecía estar en esas condiciones. No lo pensó mucho para irse encima de Harrell, golpeándolo con todas sus fuerzas y como era de esperarse sus secuaces lo alejaron de su jefe bruscamente.

—¡Maldita basura!— escupió estallando en cólera —¿¡ Que tiene mi hijo que ver con esto!?

—Te aprovechaste de que mi negocio se fue al carajo para tomar lo que era mío— limpio con brusquedad la sangre que brotaba de su labio inferior —Ayudaras a D para saldar tu cuenta y dejarás el negocio

—¡Bastardo!— los hombres que le sujetaban golpearon su rostro y estómago, haciendo que cayera al piso

—Vamos Min, sigues haciendo esto más largo... Dile a tu hijo quién eres en realidad

La conexión de miradas fue dolorosa, Ambos sentían su corazón latir más fuertemente, como si de un terremoto en su interior se tratase y pronto todo caería a pedazos.

Yoongi camino hasta quedar frente a él, se arrodilló quedando a su altura y poder tocar su rostro, el tacto no era agradable como siempre, su piel estaba pálida y helada aún si las lágrimas calientes recorrían sus mejillas. Taehyung cerró los ojos negando con insistencia

—Esta bien si me mientes ahora...— susurró

—Te amo, te amo desde el maldito primer día en el que te conocí.— susurró de vuelta, y Taehyung supo, que eso era una declaración de amor, en el momento menos indicado. —Pero no puedo seguir mintiendo, no a ti— su voz sonaba cada vez más grave y rota, aún sin derramar una lágrima

—No, por favor no lo digas— quería tapar sus oídos y fingir que no escuchará nada, quería que todo fuera una cruel pesadilla

—Yo...— trago grueso, esquivando las lágrimas

—Basta, papi no...

—Yo fui un asesino a sueldo, mate mucha gente por dinero, pero escucha — sostuvo ahora su rostro con ambas manos

—¡No!

—Todo quedó en el pasado ¿De acuerdo? Jamás lo haré de nuevo, te lo prometo por favor abre los ojos y mírame bebé— las lágrimas por fin aparecieron.

Tan pronto como quería besar a su amado, fue jalado por el detestable hombre, quien le advertía que debían salir para ejecutar su plan

—Solo... Déjalos ir, alguien los está esperando afuera.

Taehyung seguía con la vista en el suelo, con los ojos bien abiertos y las manos en puños blanquecinos por tanta fuerza.

Así que...

Todo este tiempo...

Vivió con un asesino.

Se enamoró de un asesino.