Prólogo

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Prólogo

Osaka era una ciudad muy activa, no sólo por  poseer los mejores parques sino también porque la moda y el glamour deslumbran a todos los visitantes, pero hoy no parecía ser tan lindo para un Doncel de quince años el cual se encontraba en el hospital central, su madre una bella modelo se había desmayado cayendo en medio de la pasarela asustando a todos, los médicos no decían nada al pobre chico que esperaba desesperado en la sala de espera.

Doctor: familiares de la señora Ayame - al decir eso el pequeño corrió hasta el médico, el cual al verlo quedó encantado con la belleza y elegancia que deslumbraba el joven.

Sakuma: ella es mi madre, por favor doctor que tiene - pregunto soltando unas cuantas lágrimas.

Doctor: señorito su madre tiene un tipo de cáncer muy raro, pero esta a tiempo de ser tratado, podemos comenzar la radiación mañana - dijo dándole una hoja con el presupuesto de todo lo que valían los tratamientos - me iré un momento,  luego vengo para saber si comenzará mañana o no - hablo dándose la vuelta para desaparecer por un pasillo.

Sakuma: Dios..esto es demasiado dinero - se sentó llorando más, su mundo estaba cayéndose a  pedazos, su madre era su única familia no podía perderla, no a ella. Se levantó y camino hasta la habitación de su madre en donde ella dormía. - madre no importa cuanto cuesta el tratamiento, lo recibirás - el tomo su teléfono, y sin dudar marco el número de una vieja amiga de su madre. - señora jazmin, necesito un trabajo en donde paguen bien, mi madre está enferma necesito el dinero - dijo apenas escucho un hola.

Jazmín: sakuma cielo que ocurre - pregunto ella preocupada, por su amiga.

Sakuma: ma..mami tiene cáncer - soltó llorando, desde la otra línea se pudo escuchar un jadeo de asombro.

Jazmín: puedes ser modelo, tu eres igual de hermoso que tu madre, ademas la paga es muy buena, podría ayudarte mientras eres menor de edad, pero tendrás que venir a inazuma lo antes posible.

Sakuma: estaré allá - sin más colgó el teléfono, tomando asiento al lado de la cama de su madre, la cual abrió levemente los ojos.

Ayame: mi cielo no necesitas hacer eso...yo ya he vivido lo que tengo que vivir - dijo tosiendo, esa mujer a pesar de su palidez, era hermosa sus cabellos color azul caían en sus hombros, su rostro fino, labios rosas ahora pálidos, y ojos de color marrón, y piel blanca, era igual de bella que su hijo, sólo que este había heredado el color de piel de su padre.

Sakuma: no te preocupes madre yo te salvaré y estaremos juntos los dos - ella subió a la cama con su madre en donde se acurrucó en los brazos de ella.

Este día la ciudad de inazuma estaba de luto, un chico de dieciséis años el cual estaba alfrente de las tumbas de sus padres que murieron en un accidente automovilístico, dejándolo a el como único heredero de su imperio hotelero, de el cual se haría cargo en dos años, mientras tanto se quedaría bajo la supervisión de los amigos de sus padres, si antes el solía tener una personalidad sería, ahora no tenía comparación.

Goenji: amigo creo que es mejor irnos ya, se está haciendo de noche - dijo un chico Moreno, de ojos negros, cabellos color crema y cuerpo bien trabajado, el cual puso una mano en el hombro de su amigo.

Genda: sólo dame un minuto más - dijo agachándose y poniendo dos rosas en las tumbas de sus padres, se levantó y siguio su camino para encontrarse con sus amigos los cuales esperaban por a las afueras de el cementerio.

Endo:  estaremos para ti amigo no, importa lo que pase - respondió un chico de banda naranja, cabellos castaños, ojos de le mismo color, piel tostada, y un cuerpo igual de trabajado sólo que un poco más bajo que sus amigos.

Genda: lo sé chicos, será menor irnos comenzará a llover dentro de poco, además mañana tengo una lección con el vice presidente de la mi empresa, para poder aprender más sobre el asunto - dijo subiendo a la limusina que los esperaba, sin más comenzó a llover era como si el tiempo estuviera en contra de su estado de animo.

Fudo: no tomarás un tiempo - pregunto un chico de aspecto malandroso, ojos verdes, cabello de color negro con una franja blanca, piel clara y de piel blanca, el de cabellos de León nego.

Tsunami: tal vez sea lo mejor, después de todo el sueño de tu padre era que te convirtieras en presidente de su empresa, y estoy seguro que podrás con ello - el de cabellos de algodón de azúcar, ojos negros, piel morena, y un cuerpo trabajado por el surf, lo miraba con lastima pero lo ocultaba tras una sonrisa.

Afuro: si necesitas ayuda con algo nosotros te ayudaremos - dijo el de cabellos rubios, ojos rojos, piel blanca y cuerpo de envida. Todos quedaron en silencio, al ver una lágrima caer por la mejilla de su amigo, ellos sabían lo que sus padres significaban para el de cabellos de león y el los había pedidos los dos al mismo tiempo. Sin más siguieron el restro de el viaje hasta llegar a la residencia de los goenji, en donde se quedaría temporalmente.

Dos personas tan diferentes, pero sufriendo por un dolor parecido el perder a la única familia que les queda.

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No lo llamaremos accidente (DONCEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora