Cincuenta Sombras Renovadas

Capítulo 12

Andrea.

Y entonces todo vino a mí, su repentino cambio no era sólo conmigo. Él en realidad tenía miedo de que las cosas cambiaran entre nosotros y por eso actuaba de ésta manera. No es sólo el hecho que de yo esté conociendo a éste increíble hombre, sino también que él había conocido a alguien más. Tuve que repetir la pregunta nuevamente cuando no respondió.

- ¿Qué? ¿Hablas en serio? –me incorporé en el sofá y sonreí. Sin duda jamás pensé vivir para ver llegar éste día llegar. El asintió lentamente sin mirarme a los ojos– Pero, cuéntame –empuje su hombro- ¿Cómo es? ¿Es bonita? ¿Cómo se conocieron? ¿Se harán tatuajes que combinen? Aww eso sería hermoso –reí y luego me callé cuando no lo escuché hablar– ¿Hay alguien ahí? –toque su cabeza y él se limitó a sonreír pero había algo extraño en la forma en que lo hacía.

- Si, es muy muy linda, verdaderamente lo es y es una chica increíble... –lo que dijo me hizo sonreír.

- Quiero saber los detalles más adelante, y también me gustaría ir a casa y conocerla.

- Eso sería grandioso. Le he hablado de ti –colocó el cojín detrás de su cabeza.

-Entonces con mayor razón debo conocerla. –sentencié alzando una ceja.

- Deberías ir pronto a casa, preciosa. Todos te extrañamos –lo miré por un instante, ladeando mi cabeza un poco y asentí.

- Pronto, lo prometo. Solo debo terminar mi trabajo en casa de los Grey y podré ir a visitar a mamá y papá. Los extraño.

De nuevo ese sentimiento de nostalgia y de vacío me inundó. Ha pasado tanto desde la última vez que fui a verlos. Es como si de la nada todos estos recuerdos me atacaran. De cómo solían ser las cosas antes de que me fuese.

- Además Jim y los chicos no dejan de preguntar por ti y ya se están tornando fastidiosos –me reí.

-A ellos también los extraño. ¿Cómo está Travis? –pregunté por su hermano menor quién aparte de Trent es a quién le tengo más confianza. El dió un suspiro largo y pesado.

-Ya sabes, en lo suyo. Su vida se trata de él viviendo y yo salvándole el trasero la mayor parte del tiempo. –frunció un poco el ceño yo me reí, eso era muy cierto. Desde siempre él y Travis han sido los más unidos.

- ¿Ya saben de la chica? –le pregunté sonriendo y el negó con la cabeza.

-Te dije que apenas la conocí, mujer –contestó golpeándome con un cojín en el hombro.

- Vale, vale. Solo preguntaba –alcé mis manos en rendición– Quiero tener la primicia cuando sea algo serio –él pareció paralizarse ante la palabra con "s" y yo resoplé. Ese es el Trenton que conozco.

-Te lo aseguro, tendrás que esperar sentada.

-No lo creo. ¿Quieres apostar? –lo reté sonriendo de lado.

- 100 dólares –agregó él ante mi propuesta y mi sonrisa se ensanchó.

- Hecho.

Más tarde ese día fuimos con mi prima por comida china. Allá se nos unió Cameron quien se disculpó por la manera en que me dejó en el bar anoche y yo lo entendí completamente. Él se había encargado de cuidar a Ari y eso era todo lo que necesitaba oír. Ella se sentía mucho mejor aunque aún minutos antes de comer se veía pálida.

Vomitó toda la noche según nos comentó y por eso se sentía débil pero luego de un par de Red Bulls todo mejoró. Cuando regresamos a casa estaba algo cansada pero no quería irme a dormir aún. Trent se iría en la mañana y quería compartir un tiempo más con él en su última noche en la ciudad. Llegamos los cuatro y Cameron preparó unos cocteles que mi prima rechazo enseguida y todos reímos, aun no se sentía lista para seguir con la fiesta. Coloqué algo de música y luego de dos cocteles olvidé el sueño y el cansancio que tenía. Jugamos póker, monopolio y hasta jenga. Nos divertimos hablando, riendo, burlándonos de nosotros mismos y sin darnos cuenta las horas pasaron volando y ya era cerca de la media noche. Fui a la cocina a preparar unos bocadillos nocturnos mientras los chicos aun jugaban póker. Ari al parecer se cansó de perder por lo que se lanzó en el sofá para verlos jugar. Regresé con los bocadillos intentando de mil maneras hacer que mi prima no se duerma mientras ellos apostaban.