Capítulo 7

869 40 1
                                    


Andrea.

Es sábado. Por fin, sábado. La obra de mi prima se estrenará esta noche y además también la fiesta luego de la presentación. Decidí entonces usar todo mi día libre para arreglarme. Fui a la peluquería para arreglar mi cabello y uñas. Normalmente lo hago yo, pero sentía que hoy merecía consentirme. Hacía mucho que no iba a una.

Esa misma tarde, llegué a mi apartamento y comí algo ligero antes de vestirme. Busqué en internet un maquillaje que acompañara mi atuendo y se adecuara a la obra. Comencé aplicando una base y polvo, delinee mis ojos, apliqué rímel, rubor y labial. Usé delineador negro que combinara con el tono rojo del vestido pero sin recargar mucho ya que normalmente no utilizo mucho maquillaje por el tono verdoso de mis ojos y no quiero lucir exagerada. Me di un vistazo en el espejo y satisfecha del resultado, salí del baño solo en mi lencería de color negro, busqué el vestido en mi closet y por dios es tan hermoso, que no puedo respirar. El encaje rojo se ve precioso, lo tomé con mis manos. Con cuidado me coloqué el vestido y se amoldaba a mi cuerpo a la perfección. Me sentía hermosa en él.

Caminé hacia el closet y saqué unos tacones rojos de punta alta y me los puse. Luego caminé hacia mi mesita de noche y tomé el antifaz blanco. No lo usaré hasta la fiesta, pero estoy tentada a probármelo antes de salir así que lo hice. Visualicé mi reflejo en el espejo y me desconocía. Mi atuendo se veía increíble y concordaba perfectamente con la temática de la fiesta.

Asombroso.

Di un suspiro satisfecho y salí del baño, tomando mi cartera y me dispuse a bajar por el ascensor hacia mi convertible.

Di un suspiro satisfecho y salí del baño, tomando mi cartera y me dispuse a bajar por el ascensor hacia mi convertible

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Christian.

-Elliot, no tengo toda la noche –murmuré al teléfono. Ya se hacía tarde y mi hermano aún no estaba listo.

-Ya me falta poco, no te desesperes que llegaremos con tiempo de sobra –respondió él tranquilamente desde el otro lado de la línea. Revisé mi reloj alrededor de mi muñeca izquierda. 7.25pm. La obra comienza a las 8 en punto y aun debo ir a recogerlo. Su avión había aterrizado esta mañana y al enterarse de que asistiría a la obra se animó a venir conmigo.

-Iré ya mismo y espero que estés listo cuando yo llegue.

-Lo estaré, nos vemos –colgó la llamada y salí de mi apartamento. Taylor, mi chofer me esperaba abajo del Escala y luego de saludarme con un asentimiento de cabeza abrió la puerta trasera de mi convertible y yo entré en el. Taylor cerró la puerta y ocupó su puesto frente al asiento del conductor y arrancamos a casa de mis padres.

Unos pesados minutos en el tráfico de Seattle después, llegamos. Taylor tocó la bocina del vehículo y cuatro segundos después Elliot apareció por la puerta principal usando un traje gris, su camisa de lino blanca esta desabotonada de los primeros botones y no llevaba corbata.

Cincuenta Sombras RenovadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora