Capítulo 15

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Andrea.

Mía tomaba mi mano con suavidad enviando pequeños apretones de confianza. Miré a mi alrededor dándome cuenta que aún nos encontrábamos en la sala de la casa de los Grey y por la mirada de ella imaginé que llevaba rato tratando de llamar mi atención fallidamente.

- Lo siento, ¿qué decías? –pestañeé un par de veces recobrando mi sentidos al presente. Ella sonrió sutilmente.

-Mejor te traeré una copa –se levantó de mi lado pasando cerca del sofá donde se encontraban Carrick y Grace hablando con Elliot y yo suspiré apenas visiblemente. Un nudo amenazaba con formarse en mi garganta pero lo tragué fuerte intentando hacerlo desaparecer. Cerré mis ojos unos segundos y tomé una breve respiración profunda tratando en lo mejor que podía de olvidar lo que recordé.

Hay un montón de cosas que están despertando en mi con ésta visita de Mía, un millón de sentimientos encontrados que hace mucho no tenía y eso me asustaba. El pasado es eso. Solo pasado. Etapas que ya han sido superadas con el tiempo, y que debemos dejar ir para así poder enfocarnos tanto en el presente como en el futuro.

Pero, ¿que pasa cuando algo que sucedió en tu pasado amenaza con no permanecer allí enterrado?

Hay situaciones de las cuales no se puede escapar y tarde o temprano yo tendré que afrontar las consecuencias por mis mentiras del pasado.


Christian.

Al finalizar la llamada que estaba atendiendo observé a mi hermana Mía acercarse por el pasillo. Guardé mi móvil en el bolsillo interno de mi traje y le sonreí. Ella me devolvió la sonrisa al instante sosteniendo dos copas de vino.

-¿Todo bien hermanito? –se acercó a mí y yo asentí.

- Solo hablaba con uno de mis asistentes. ¿Todo bien allá? –hice un ademán con la cabeza apuntando hacia la sala.

-De maravilla, ¿por qué no te nos unes? –me preguntó animada.

-En un rato estaré con ustedes, espero otra llamada.

- Bah, siempre lo mismo Chris. ¿Cuándo hablaré con mi hermano? –preguntó casi resoplando eso ultimo.

- Estamos hablando justo ahora –le contesté.

-Sabes que no me refiero a esto –me apuntó con un dedo por sobre una de las copas de vino.

-Sé a lo que te refieres, y estaré allí en unos instantes, lo prometo.

-Bien, eso espero. Ya viene siendo hora de que hables con alguien más aparte de tu gente del trabajo ­–alzó una delineada ceja hacia mí.

-¿A qué te refieres exactamente? –la miré fijamente.

-No te hagas el desentendido –la verdad no sabía de que estaba hablando. Ella pareció leer mi rostro y rodó sus ojos ante mí. Yo fruncí el ceño indignado ante el gesto. –Andrea está allí, sentada en nuestra sala, ¿de verdad no piensas hablarle en toda la noche? –con que eso era.

-La conozco, hemos hablado antes –me limité a responder sin entrar en detalles.

-Ash, los hombres son tan... –murmuró antes de continuar– ¿No crees que ya ha pasado bastante tiempo? Ya te has torturado lo suficiente como para seguir así, hermano. Sinceramente creo que el destino te está poniendo una nueva oportunidad en tu mesa y tu simplemente no quieres firmar el contrato –casi sonreí ante su elección de palabras, pero me mantuve aún serio esperando que llegara a su punto.

Cincuenta Sombras RenovadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora