Capítulo 9

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Christian.

Llegamos al salón, nos colocamos nuestras mascaras antes de entrar y mi hermano en seguida se dirigió al área del bar para pedirnos unos tragos. Me mantuve de pie a su lado observando a los invitados tener una gran velada, bailando y disfrutando de la música. Pero la verdadera razón es que estoy esperando verla, quiero acercarme a hablarle apenas tenga la oportunidad. Quizás pedirle que me acompañe a bailar una pieza.

Elliot me entregó un whisky en las rocas y yo bebí un sorbo del trago.

-Está excelente la temática –comentó Elliot tras beber de su whisky observando el lugar.

-Sin duda –no dejaba de mirar a todos lados, está algo oscuro pero eso no va a evitar que la encuentre.

-¿Buscas a alguien? –me preguntó el intenso de Elliot.

-No.

-Claro que lo haces –el rió.

-Que no –insistí, pero él es más insistente.

-A ver hermanito. ¿De quién se trata?

-No la conoces –respondí bebiendo de mi whisky.

-¿Se trata de la chica de la que tanto habla mamá? –preguntó él y yo volteé a verlo enseguida.

-¿Que ha estado diciendo mamá?

-Que es una hermosura, con la dulzura de un ángel, que pinta como una profesional y muchas cosas más... –Mi madre tiene tanta razón, pero no dejaré que Elliot sepa eso.

-A mamá le hace falta Mía, es todo.

-Puede ser, ¿tienes idea de cuando regresa?

-No, hermano.

Elliot bebió de su whisky y al acabar dejó su vaso sobre una mesa.

-Querido hermano, si me disculpas, iré a charlar con esa linda dama de allá –apuntó disimuladamente hasta el otro lado del salón donde se encontraba una mujer con un vestido color turquesa y una máscara a juego sentada frente a una mesa observando con interés a mi hermanito. Yo reí y el caminó hacia ella muy decidido. Nadie se resiste al gen de los Grey. Yo apoyé uno de mis brazos sobre el mesón del bar y seguí con mi intensa búsqueda. Debía verla, por lo menos invitarla a bailar o hablarle así sea por unos minutos. Así sentiré que todo esto valió la pena.


Andrea.

-No lo puedo creer, ¿que haces aquí? –le dije a Trent al mismo tiempo que lo abracé fuerte mientras él sonríe.

-¿Eso es todo lo que vas a decir? –él enarcó una ceja hacia mi- Llevo meses sin verte, preciosa. Podrías demostrar más cariño.

-Lo sé, lo siento. Es que estoy sorprendida de verte aquí. –reí separándome solo un poco para poder mirarlo.

-Verás, tu prima me invitó, ya que cierta persona olvidó hacerlo –entrecerró sus ojos fijos en mi.

-Te juro, nunca pensé que quisieras venir a esto. –apunté con una mano alrededor de nosotros.

-Si es por pasar el rato contigo, si –se encogió de hombros– no es como si viniera todo el tiempo a cosas como ésta.

-Lo sé. Por cierto, lindo traje –el me sonrió.

-Me veo sensacional, admítelo –levantó ambas cejas, yo solté una carcajada. Extrañaba su sentido del humor.

-Por supuesto que sí.

Cincuenta Sombras RenovadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora