Atte. Anónimo ✔

Capitulo 31: Nueva Familia

Me encontraba en la puerta de una gran mansión, jamas espere esto. Una gran casona color amarillo, con muchas ventanas, balcones y una enredadera que cubría una gran parte de aquel lugar. Simplemente era hermosa, una casa de revistas que crees inalcanzable. Camine hacía una gran reja qué evitaba mi paso, en la cual había un timbre que no dude en tocarlo. No esperé dos segundos y un señor, al parecer empleado del servicio domestico, quien me miraba con una sonrisa en su rostro se acercaba a mi, para abrir el portón.

-¿Ashley verdad?-preguntó sonriente

-Efectivamente -le devolví la sonrisa

El señor amablemente me guió hasta la entrada de la casa, comunicándome qué el tenia años trabajando aquí, que estaba encantado con la familia y otros datos irrelevantes para mi.

Entré esta vez un poco más tímida, al notar que una familia se encontraba sentada en el sofá de la sala, mirándome con una sonrisa, quienes no dudaron en ponerse de pie para saludarme. Lo visualice a el, totalmente desconocido para mi, algo similar a la foto que había visto antes, pero ni siquiera era lo que recordaba. Un hombre no más de cuarenta años, color de cabello negro y ojos verdes, iguales a los míos, el no dejaba de mirarme absorto y eso provocaba aun más nervios en mi, no podía evitar que mis manos temblaran, ni una sola palabra salia de mi boca, solo una sonrisa demasiado forzada.

Una mujer de menos de treinta años, delgada, estatura alta, ojos claros y cabello rubio, la típica chica que la sociedad califica erróneamente como perfecta, se acercó a saludarme sonriendo, mi instinto podía descifrar fácilmente qué su actitud hacía mi era totalmente falsa y no quiero prejuzgar.

Luego un chico de unos aproximados dieciséis, estatura media, cabello castaño y ojos color marrón, se acerco a mi a saludarme, algo desconfiado y tímido, como si por voluntad propia nunca se hubiese acercado a saludarme, ni siquiera lanzó una sonrisa y eso hizo qué me sintiese aun más incomoda con la situación. Una chica similar a él, con años menos de edad se acerco a mi, ofreciéndome su paquete de galletitas, lo cual me pareció demasiado amable y tierno de su parte. Pero aun la incomodidad no se iba, todo ese ambiente tan extraño me inquietaba, por alguna razón, no encajaba ahí, podía recordar nuestra vida hace once años, antes de qué Nicholas se fuera, eramos una familia humilde, no estábamos ni cerca de tener estos lujos, ni siquiera aparentábamos una familia tan perfecta como ellos. Quizá lo pienso por qué nunca tuve una como tal y así lucen las verdaderas.

Por último, me acerqué a mi padre, quien aun continuaba mirándome extrañamente.

-Hola papá -saludé con timidez

El abrió los brazos y me dio un pequeño empujón para abrazarlo.

El momento más incomodo de mi vida.

Luego de ese penoso momento, todos nos reunimos en la mesa.

-Ashley, mi nombre es Brooke -se presenta la rubia -Él es Matt -dice refiriéndose a el adolescente -Ella es Megan -Señala a la pequeña.

Los observe a todos y me sorprendí al caer en cuenta que existe una gran posibilidad de qué ellos sean mis hermanos. Y para terminar de asombrarme, Nicholas rompe el silencio.

-Megan y Matt son tus hermanos, bueno, junto a Alma, pero ella no esta hoy, ella esta estudiando de intercambio en España -bajo la mirada Nicholas al mencionar lo último. -Por último Brook es mi esposa -le lanzó una mirada, junto con una sonrisa.

-Bueno hija, cuéntanos de tu vida ¿que haces, que estudias, como has estado? -dice Nicholas.

-Pues, investigo crímenes, no estudio y he pensado suicidarme -dije firmemente en broma.