Atte. Anónimo ✔

Capitulo 42: Ayuda

—Tienes que recordar este collar —le dije mostrando el collar que llevaba en su cuello —Este símbolo—señalé —¿Segura qué no sabes que significa? —insistí

—No debes forzarla —dice la enfermera quien cambiaba el suero de Taissa—Quizá simplemente no recuerde nada este último año, pero del resto si —afirmó

—¿No recuerdas ni siquiera quien te atropelló? —pregunté sacándome de mis casillas

—Es en vano, no sabe la respuesta —vuelve a interrumpir la enfermera

—Necesito saber, necesito saber que ocurrió —pregunté otra vez

—No se quien eres, por favor déjame sola —dice Taissa mirándome fijamente, en todo el rato que habíamos estado juntas su mirada permaneció indiferente, ahora me observaba con furia y desprecio.

—¿No sabes hace cuanto tienes ese collar?

—¡No se quien eres! —gritó Taissa

—Oye, vamos —dice la enfermera —La estas alterando demasiado, ella necesita descansar —dice y coloca su mano en mi espalda empujándome suavemente hacia afuera de la sala.

—Debes tener paciencia —indicó —Se va recuperar, con tiempo —agregó una vez fuera —¿Crees que puedes ayudarme a descubrir algo? —preguntó

—Si, claro —asentí

—La chica, Taissa traía consigo un pendrive en sus bolsillos, lo consideré normal —contó —Pero cuando intentamos quitárselo, es decir, guardarlo junto a sus otras pertenencias, ella se enloqueció, realmente me asusté. Un poco antes que tu llegaras, un joven vino a visitarla, me quede cerca de allí, nos informaron que ella no tenía familia así que estuve al pendiente. El chico se veía inquieto, como enfadado, poco rato después, se fue, pero cuando volvimos a guardar sus cosas, el pendrive no estaba —contaba mientras movía sus manos desenfrenadamente —Parecerá extraño este planteo, pero me llamo la atención que no quisiese despegarse de ese aparato —dice haciendo énfasis en la última palabra

No dejé de escucharla atentamente un segundo, sabía perfectamente de que se trataba esto. Taissa tenía el pendrive, ella me mintió, me dijo que debía buscarlo, jamas mencionó que lo tendría ella ¿Por qué querría ocultarme algo así? Si tan importante era, debió dármelo y ya.

—No se como ayudarte, lo siento —dije fríamente —Debo irme —agregué.

Caminé hacía la salida del hospital donde Natalia estaba esperándome junto a su moto y un cigarrillo en su boca. Ella se veía indiferente, siempre con su actitud de frialdad, como si nada de su alrededor le importara pero por dentro se que estaba devastada, tenía motivos, su novia no la reconocía, no se acordaba de ella, no era para menos. Me acerqué despacio y al instante ella rompió el silencio

—Llamó Jorge —contó mientras subía a su moto para dar marcha —Megan no apareció, nunca llego a su casa

—¡¿Qué?! —pregunté asustada

Rápidamente recordé el mensaje que anónimo me había enviado en el hospital, se trataba de ella. Él le había hecho algo. Jamas me lo perdonaría si fuese así, yo la deje sola en esa estación

—Lo que escuchaste —dice dando una calada al cigarrillo —Debemos irnos, quede de verme con una chica hoy —afirmó

—¿Chica? —pregunté mientras subía a su moto, olvidando lo anterior

—¿Te incumbe? —preguntó irónicamente poniendo en marcha su vehículo

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