Segunda parte de la novela "EL PRECIO DE UNA TRAICIÓN" Es necesario haber leído la primera parte para poder entender esta.
Un nuevo lugar, nuevas personas y una nueva vida. A veces empezar desde cero es lo mejor. ¿O no?
Tras encontrar a Jake, su nov...
—Odio el color. —Digo fastidiada al ver el vestido negro que Alexia me ha hecho probar en la tienda de ropa a la que hemos entrado.
Mi amiga me fulmina con la mirada y se cruza de brazos fingiendo molestia. Vaya, al parecer Alex nunca dejará su lado infantil.
—Sé que es tu color favorito. —Intento enmendar mis palabras— Pero a mi me luce como si estuviera de luto por alguien.
—¡Es perfecto para la ocasión! —Protesta mi berrinchuda amiga.
—Alex, es una graduación, no un velorio.
—Bien, bien. El que sigue. —Suspira por décima vez y yo entro al vestidor para probarme un vestido que a plena vista luce hermoso.
No es un vestido de gala como tal, pero se ve realmente precioso. Su color azul me enamoró desde que lo vi en el mostrador y más de una vez me recordó ciertas pupilas que me traen loca.
Me pongo con calma las dos prendas que lo conforman y una vez lista me miro en el espejo. Definitivamente, este es el vestido. Antes de salir y mostrárselo a Alex, le doy una rápida vista a mi móvil y veo que hay una foto de Jake en la pantalla, me está llamando.
—¿Por qué no suenas? —Le digo molesta a mi celular mientras intento contestar, pero al parecer el mundo me odia, pues se ha trabado y no logro tomar la llamada. Poco a poco veo mis esperanzas esfumarse cuando la llamada acaba y no he podido contestar.
—¡CLARISSA ESTÁ HERMOSO! —Grita entusiasmada Alex— ¿Qué pasó? —Pregunta una vez que ve mi rostro de, seguramente, preocupación.
—Jake ha llamado, pero esta porquería no sirve. —Explico lanzando el móvil al sofá donde ella está sentada.
—Habló conmigo, Adelynn está con mi mamá y ambos están bien. —Habla mi amiga logrando que de alguna manera yo me tranquilice.
Tomo un gran sorbo de aire y logro respirar con calma. No es que dude de las habilidades de Jake como padre porque, como me lo han dicho, él aprendió, cuidó y protegió a Adelynn mientras yo estaba en el hospital. Sin embargo, tengo una pequeña punzada en el corazón que me alerta de alguna especie de peligro. Tal vez son sólo tonterías y paranoias mías.
—Regresando al vestido... —Alex se pone de pie y me inspecciona con cuidado— Te luce realmente genial. Resalta tu cabello.
Sonrío interiormente para no enloquecer en público por lo bien que se ve el condenado vestido. Doy una vuelta como las princesas y poso para que Alex me saque una foto, luego hago muecas extrañas y ambas reímos.
