Capítulo 37 | El gran final

4.6K 145 29
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capítulo dedicado a: (Pendiente)

TREINTA Y SIETE


•EL GRAN FINAL•



CLARISSA

Como si no fuese suficiente, el cielo hace un llamado infernal a todas sus nubes negras las cuales comienzan a llorar como si pronosticaran el futuro. Las gotas se mezclan cada vez más con la sangre oscura formando un rosado desagradable para la vista y el sentir de mis brazos.

Crystal está dispuesta a apretar el gatillo de nuevo, pero antes de que pueda tan si quiera mover un dedo, una bala le atraviesa el pecho provocando que se desplome en la entrada.

—Tra- tranquila. —Me habla Jake entre gritos y lágrimas. Lo inspecciono como puedo, de arriba hacia abajo, una y otra vez. Y sólo hasta que me doy cuenta de que no está herido puedo exhalar tranquila.

No sé si son mis ojos o que las noches en medio de tantos árboles siempre son así de oscuras. El hecho es que veo todo lejano y negro casi en su totalidad.

Quisiera mover mi cabeza, ponerme de pie y correr junto a mi pequeña, pero creo que eso no sucederá. No tengo idea de la hora que marca el reloj, aunque estoy muy segura de que si no hubiese entrado sola a ese baño en estos momentos estaríamos con Jake y Adde durmiendo cálidamente en el avión, a la espera de que pasen las horas y lleguemos a la tan soñada luna de miel en familia.

Una lágrima baja lentamente por mi mejilla. No puedo saber concretamente el porqué. Puede ser que esté tan indignada por Crystal y saber que al final ha ganado. Puede que la escena de nosotros tres durmiendo pacíficamente en un avión me haya conmovido. Incluso puede que llore porque la cantidad de líquido que siento que se desliza por mis brazos es gigantesca y no tengo que ser doctora para saber que una pérdida de sangre como esta puede llegar a convertirse en algo letal.

—No llores. —Le digo a Jake como puedo. Odio verlo así. Intento alcanzar su mejilla para acariciarla e intentar calmarlo aunque sea un poco. Gimo de dolor cuando siento como el plomo me corroe por dentro y me impide moverme aunque sea un centímetro.

—¡Le dispararon en ambos brazos! TIENEN QUE AYUDARLA ¡YA! —Escucho a lo lejos una voz muy reconocida y en medio de la agonía sonrío al saber que mi mejor amiga está aquí.

Mi cabello no tarda en oscurecerse una vez que se ha mojado por el agua. Jake me quita mechones del rostro y me suplica más de una vez que no cierre los ojos.

"Debes de mantenerte despierta"

"Por favor no te duermas"

"La ayuda no tarda en llegar"

El Precio De Un Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora