Segunda parte de la novela "EL PRECIO DE UNA TRAICIÓN" Es necesario haber leído la primera parte para poder entender esta.
Un nuevo lugar, nuevas personas y una nueva vida. A veces empezar desde cero es lo mejor. ¿O no?
Tras encontrar a Jake, su nov...
—¿Ya se fueron? —Pregunta Alex acercándose con cautela.
—Si.
—¿Qué te preguntaron? —Cuestiona Jake.
—Acerca de Sofia y eso, les conté lo que recordé y como ella me había mencionado ser abusada por Joaquín, incluso dijo que tiene un hijo del cual él no lo sabe. —Suspiro— Les pedí completa confidencialidad y si llegan a encontrarla me hablarán.
Jake se aproxima unos cuantos pasos hacia mí y por inercia acorto la distancia entre nosotros y lo abrazo cálidamente. Al estar entre sus brazos de alguna manera logro sentirme segura, es como si todo el mundo se detiene en el tiempo cuando estamos juntos, no hay nada más que él, no hay más que nosotros. Tal vez no recuerde absolutamente nada del pasado, a más de lo que me han contando, pero no lo necesito. Este tipo de cosas no se recuerdan, se sienten.
—Hjmm. —Alan interrumpe y causa que ambos nos separemos, le doy una sonrisa amigable y me percato de que el resto ha llegado a la sala.
—¿Todo listo? —Pregunta Matthew.
Todos asentimos recordando si no olvidamos nada más que empacar y efectivamente es así, o por lo menos yo he guardado todas mis cosas: Casi cuatro maletas llenas de ropa de Adelynn y dos más agregadas a mi ropa.
Nos despedimos de Agustin y Amanda, pero no como yo pensé que sería este momento, lleno de lágrimas y llanto, sin embargo, nada de eso ocurre, pues los veremos dentro de dos semanas junto con Julián, quien sólo logro conseguir boletos de avión para la fecha indicada.
Agustin me da un cálido abrazo y se demora unos cuantos segundos al despedirse con Jake. Amanda, por el contrario, tiene en la comisura de sus labios unas pinzas invisibles que logran fingir una sonrisa para mí.
—Gracias por todo. —Le doy un pequeño abrazo ya que Adelynn está en mis brazos en medio de nosotras y no puedo incomodar a mi hija.
—No tienes nada que agradecerme a mí. —Habla con su voz fingida de niña fresa— Agradécelo a Jake quien quiso que te quedaras aquí, si por mí fuera ni si quiera hubieras pisado el elevador de mi piso.
Intento entender sus palabras y quizás creer que todo lo que escuché fue producto de mi imaginación, hago una pequeña pausa para ver si he escuchado mal o que rayos ha pasado, sin embargo, la sonrisa burlona de Amanda me confirma que todo esto es cien por ciento real.
Le lanzo una mirada cómplice a Alexia quien se encontraba a punto de despedirse de Agustin, él quiere darle un abrazo, pero ella, por el contrario, le da la mano y esta queda entre el abdomen del pobre. Alex no le da mucha importancia y se acerca hacia mí cuando se da cuenta de lo ocurrido.
