Capítulo 34 | Regalo Inesperado

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Capítulo dedicado a: ZoeSanchezBlanco 

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Capítulo dedicado a: ZoeSanchezBlanco 


TREINTA Y CUATRO


•REGALO INESPERADO•


CLARISSA

—Caeré si no me quitas esto de una buena vez. —Señalo con mi dedo índice el pañuelo que llevo puesto como venda en los ojos. Escucho una risa silenciosa y reprimo un grito cuando siento como mi pie descalzo medio se dobla y Jake consigue alzarme en un ágil movimiento, evitando que resbale.

—Mejor esto. —Siento como un brazo se posiciona sobre el vestido en la parte posterior donde se doblan mis rodillas y el otro en mi espalda descubierta por el diseño de la prenda. Hace rato que mis pies se habían cansado y decidí quitarme los tacones, pero de estos trapos blancos no he podido deshacerme aún.

—El hecho de que me estés cargando no quita que pueda caerme igual. Es más, aumenta las posibili... —Río al notar como me hace cosquillas para que me calle. —Bueno bueno, pero si termino en el suelo será tu culpa Fitzgerald.

—Caeremos juntos entonces. —No puedo verlo, pero estoy casi segura de que está sonriendo. Escucho un leve pitido y noto como Jake se revuelve intentando buscar algo.

—¿Lista? —Habla mientras me baja cuidadosamente al suelo que ahora es frío y liso, asumo que estoy parada sobre algunos azulejos. Afirmo con la cabeza dando una respuesta a su pregunta y siento como intenta zafar con dificultad el nudo que ha hecho anteriormente detrás de mi cabeza.

—Carajo. —Protesta Jake y yo suelto una risita. Debe de verse muy tierno peleando con el nudo del pañuelo. Cuando finalmente lo logra me lo retira suavemente del rostro y se pone a mis espaldas.

Mis ojos no tienen que adecuarse a la luz debido a que el lugar está lleno de lámparas que irradian un tenue brillo al hermoso sitio.

—¿Te gusta? —Me pregunta mientras posa su barbilla en mi hombro y me rodea la cintura con sus manos. Ya había visto la cabaña por folletos y demás, pero en persona resulta ser más acogedora de lo que parecía ser.

Tiene una especie de patio con una gran variedad de vegetación que rodea la piscina y el jacuzzi en un extremo. Frente a estos hay una puerta gigantesca y transparente de cristal la cual nos deja ver en su interior la habitación matrimonial con un gigantesco arreglo floral encima de ella y un exagerado globo en forma de corazón que marca la frase "Recién casados".

—Es precioso. —Hablo entre una sonrisa y me doy la vuelta para besarlo.

—Entonces... dice con una sonrisa que muestra sus dientes. —¿Quieres nadar?

El Precio De Un Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora