Viernes (IV)

107 13 20
                                    

Lo último que había entendido era que cuando sus amigos comprendieron quién era realmente tras la línea, su cara sonrojada y en shock fueron las pistas suficientes para atar cabos, estos se fueron lo más rápido posible.

Ahora está sólo. Con su celular enfrente. Y la voz, que claramente no correspondía a su amigo, al otro lado…

Temblando agarró el celular y quitó el altavoz.

— ¿H-hola…? ¿Yusaku…?

— … Ryoken. Tu amigo, Zarc, me prestó su celular… además me contó la mitad de la historia, aparentemente…

— … Eh... sí... ¿Cómo estás? —Preguntó con tristeza.

No sabía qué sentir, estaba hablando con Yusaku después de casi mes y tanto sin tener contacto, pero el chico estaba molesto, tanto por enterarse de ese modo de algo tan serio como de aquel accidente como lo otro…

— ...

— Yusaku… yo…

— Estoy mal. Muy mal —Escucho leves sollozos, sabía que al otro lado de la línea su amado estaba llorando—. La bruja que tengo por madre se ha puesto más agresiva cada dia desde ese sábado, mi papá no es capaz de verme a los ojos, mis tíos me recriminaron cada maldita mala acción que hice… aún ahora creo que debí saltar de esa azotea hace 3 años.

— No pienses así… Por favor…

— ¿¡Como no quieres que lo haga!? Ryoken… dímelo…

— Me intenté matar, llevándome a mis amigos conmigo —Ryoken ahora lloraba también— Convencí a V de que podía manejar si no veía doble, sabía que tal vez nos matariamos… pero luego me acordé de ti. Entonces entendí que si te dejaba sólo, si yo me iba de este mundo sin ti… eso sería  peor castigo que lo que sea que me espere en el infierno.

— … te habría seguido. Apenas me enterara de tu muerte, hubiera tomado un cutter y encerrado en el baño… te habría seguido sin dudarlo, Revolver.

— Lo se… por eso le dije a V que redujera la velocidad… de ese modo al menos no moriríamos, pero tampoco saldríamos muy ilesos... —Ryoken limpiaba sus lágrimas con la manga de su chaqueta— No quería quitarte tu futuro, no quería dejarte sólo afrontandolo…

— Eres un imbécil. Un reverendo y maldito imbécil. Pero…

— ¿Pero…?

— Mi imbécil… —De nuevo leves sollozos por parte de Yusaku— Te amo Ryoken, que te quede claro.

— Yusaku…

— Si planeas morir, iré contigo. Si planeas vivir, estaré contigo. No importa que elijas… yo siempre lo haré contigo.

— My ears really missed your voice… Playmaker —Ryoken sonrió mientras hacía el esfuerzo por pararse y llegar a su clase, ese era un extraño juego entre ellos—. Your voice is music for me.

— Your really waiting for me… but your taste lips the Kiss of Death? Tell me, Revolver, please tell me… your lips taste kiss of death? Or just wait for my lips?

— My lips just wait for your kiss of death, darling.

— I Love You. Please never forget it, Ryoken.

— I will never forget it. I Love you too, Yusaku.

Aún cuando no lo viera sabía que sonreía, sabía que había una linda sonrisa en los labios de su amado chico de ojos esmeralda.

— Tengo clases en unos minutos… créeme que me duele colgarte, pero la oportunidad de un futuro juntos depende de esto.

— Está bien, lo entiendo. Yo ya perdí un día, así que devolveré el celular y después me iré a mi casa a ver anime y leer manga. Después negociare con esa bruja psicótica para que me devuelva mi celular.

— No amenaces a nadie en el transcurso de esa negociación —El de ojos azules como estrellas logró ver a la distancia a su compañero y amigo, Yusei—, tampoco la envenenes; sigue siendo tu madre a pesar de todo y V aún no está legalmente listo para defenderte por parricidio.

— Cállate. Yo veré cuando cometer parricidio en contra de mi familia y cuando no… pero ese día no es hoy.

— Si se… en fin, ahora sí te dejo que se me hace tarde.

— Claro… suerte y no trates nada estúpido.

— Before the farewell give me a kiss, Playmaker —Escucho una leve risa antes de que el chico realmente le mandará un beso.

— If your turn, give me a kiss and say “bye-bye~”. Your class is more important, Honey.

Obedeció la orden de su chico, se le hacía tarde y estaría en más problemas si no se apuraba, cuando colgó sintió algo tristeza y dolor así como alegría y añoranza.

Yusaku estaba vivo aún, todavía peleaba con sus emociones y traumas; estaba poniendo de su parte por armar un futuro juntos. Él también debería hacerlo, debe dejar de evitar sus medicinas, y devolver el frasco de somníferos que le robó a su hermana.

DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora