Viernes (...)

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— Estoy seguro que conseguí un buen resultado en la prueba de biología.

— Más te vale que si —Serena le respondió desde la cocina, se escuchaba el cómo movían diferentes utensilios dentro.

— Recuperar alguno de tus otros tres tesoros depende de eso, Yusaku-chan —Un hombre de cabello negro, puntas moradas y ojos amarillos habló también desde la cocina— Aunque igual tu castigo se extiende por haberte saltado la escuela.

— Ya es la sexta vez que me lo dicen… y ya entendí que hice mal, papá.

— No te creo nada, Fujiki Yusaku —Serena salió bastante furiosa de la cocina hasta el comedor, donde Yusaku esperaba sentado la cena, colocó unos platos vacíos antes de desafiar con la mirada al menor— Eres mi tercer hijo, hermano menor de Shoichi y Jiin.

— ¿Eso que tiene que ver con esto, Serena?

— Simple, Ai. Shoichi en más de una ocasión se metió en problemas tan serios como Yusaku y siempre tuvo el descaro de verme a la cara y decirme que había aprendido la lección; Jiin hacía muchas cosas a mis espaldas, comúnmente siguiendo a su hermano mayor. No me sorprendería que tú —Serena señaló a su hijo de ojos esmeralda— Seas igual de mitómano que ellos.

— Ya déjalo, Sere. Yusaku ya ha demostrado que si bien hace cosas malas, él acepta las consecuencias.

— ¿Podemos comer ya? Tengo otro examen la próxima semana y quiero irme a estudiar para así no tener nada que hacer el fin de semana.

Los adultos no comentaron nada, sólo volvieron a lo que hacían ante la mirada de su hijo.

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