Martes (...)

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— Me costó recuperar mi 2Ds y mi laptop, me faltaba tan poco para hacerlo con mi celular y el Internet. Pero tus idiotas amigos debían arruinar mi uniforme por venganza y hacer que tuviera problemas con mi mamá. ¿¡Que maldita culpa tengo de que sean tan imbéciles como para no hacer su tarea!?

— No la tienes, lo aceptó, pero-

— ¡Pero nada, Homura! —Yusaku le arrojó una enciclopedia a su primo, el chico ni siquiera se percató del objeto hasta que le dio de lleno en la cara— ¡No intentes defender lo indefendible!

El de mechones rojos observó desde el suelo al contrario, ayer sus amigos acorralaron a Yusaku en el baño y tuvieron una especie de pelea que terminó con el uniforme de su primo rasgado, mojado y manchado con pintura, pero para ser justos los otros involucrados terminaron con moretones y uno con la nariz rota, recién hoy se enteró de aquello, cortesía de su novia, y había ido a casa de su primo para intentar hacer que éste perdonará a sus compañeros.

Al final Yusaku se había puesto histérico cuando se lo propuso y comenzó a gritarle sus razones, que de hecho eran bastante lógicas, para mandar al carajo a esos malditos y pedirle ayuda a Shoichi para una venganza rápida.

A penas se mencionó al mayor, Takeru intentó razonar con su primo. Involucrar a alguien como su primo Shoichi en un caso así… sólo terminaría en algo peor; por esa razón no le importó el golpe con ese libro de gran volumen que Yusaku le había arrojado, que de pura suerte no logró romper sus lentes.

— ¡Ellos realmente lo sienten! Se que no justifica que hayan destruido tu uniforme… pero-

— ¿¡En serio los estas defendiendo!? —Yusaku parecía que se le tiraría encima con la intención de matarle en cualquier momento, en vez de eso suspiro y comenzó a tirarse unos mechones de cabello con algo de desesperación— Ni siquiera se porque pregunto… si la respuesta es obvia.

— Yusa-

— ¡Lárgate, maldita sea, lárgate! —El de ojos verdes le interrumpió bastante molesto aún tirándose mechones de pelo.

— ¡Pero Yusa-

— ¡Que te largues Homura! ¡O ahora realmente no me hago responsable de mis acciones!

El chico de lentes pareció entender eso y no dudo mucho en levantarse e irse de la casa de su primo. Yusaku en definitiva se parecía más a sus padres de lo que le gustaría aceptar.

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