Sábado (...)

76 10 17
                                    

— Cría de Feebas 458: shiny, al fin; hembra; naturaleza modesta; con pulso dragón y polvo hielo… es perfecta. Sólo necesita evolucionar, aprender recuperación, escaldar y asegurarme que su habilidad sea tenacidad; entonces podré usarla en algunas batallas, en especial contra los mugrosos Landorus o los molestos Incineroar.

— ¡Yusaku-chan~! Salgamos a pasear~

— Me parece una buena idea, Ai.

— Me niego rotund- —Serena le arrebató la consola a su hijo mientras le observaba de forma amenazante, la silenciosa orden era bastante clara— digo… claro papá, salgamos a algún lado...

Ai sonrió al escuchar la respuesta de su hijo, ignorando el claro desprecio en la voz de su hijo. El hombre de cabellos negros fue al cuarto que compartía con su “esposa”, dejando a está sola con su hijo.

— Se supone que están divorciados, maldita sea ¿No pueden ser como un par de divorciados normales y rehacer sus vidas con otros?

— ¿Y conseguirme un tercer marido? Olvidalo, después de ti mi cuerpo se llenó de estrías.

— Yo nunca te dije que te embarazaras y me dieras a luz, eso fue decisión tuya ¿Me devuelves mi consola? —Yusaku extendió su mano en dirección a la mujer de cabello azul que lo observaba bastante enojada— Perdón… ¿Me devuelves mi consola, por favor, mamá?

— No, no lo haré. Hasta que te disculpes por lo anterior.

— … —El menor mordió su labio inferior, suspiró rendido antes de pararse y sonreírle a su madre— Lamentó mi comentario anterior, mamá ¿Ahora, por favor, me devuelves mi consola?

— Gracias hijo, acepto tu disculpa. Ahora toma tu consola, guárdala y ve a cambiarte para salir o aumento el tiempo de tu castigo.

Yusaku tomó desinteresado el objeto negro y detalles cyan con stickers de diferentes monstruos de duelo versión chibi pegado, presionó un par de botones para guardar la partida y la apago siguiendo las órdenes de su madre. Subió a su habitación después de eso.

— Ryoken, más te vale seguir vivo. —Fue el único murmullo del adolescente antes de encerrarse en su cuarto. Le esperaba una muy larga tarde.

DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora