Lunes (IV)

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Estaba encerrado en un cubículo del baño de la universidad, se desespero tanto en medio del examen que comenzó a llorar y a morder tan fuerte sus dedos que estaba manchando de sangre y lágrimas su prueba… el profesor le mandó a lavarse la cara y manos.

Los decepciono a todos… a sus padres, a su hermana, a sus amigos… a todos…

Sintió su celular vibrar y después la canción que usaba de tema de llamado, ni siquiera observó la pantalla, sólo deslizó el dedo para rechazar la llamada. No quería hablar con nadie.

Pero volvió a pasar y de nuevo rechazó la llamada, para que volviera a pasar y rechazara la llamada… ya después del cuarto llamado contestó.

— ¿¡Que, maldita sea, que!?

— ¿¡Ryoken estas bien!? ¿Por qué lloras?

— … ¿Yusaku? —Ryoken alejó su celular para ver el identificador.

“Playmaker ☆” era el nombre en la pantalla, era el nombre al que Ryoken mando mensajes por casi mes y medio, el nombre por el que hubiera asesinado hace dos meses por ver en esa maldita pantalla, como ahora.

— ¿Ryoken? ¿Sigues ahí?

— ¿Yu… saku…?

— Si, soy yo… —El menor parecía hablar con algo de melancolía— Esta mañana me devolvieron mi celular… traje mi batería de respaldo y lo cargue toda la mañana… hace poco terminó de cargarse.

— Entonces… ¿Hoy te…?

— Me llegaron cada uno de tus mensajes… —La voz de Yusaku parecía romperse con cada palabra— Yo también te extrañe, yo también quise escuchar tu voz… yo también estuve deprimido mientras estábamos separados por todo… extrañé decirte te amo hasta hartarme...

— … Te… amo… te amo… te amo, te amo y te amo… nunca lo olvides, por favor…

— Iré a Neo Domino…

— … ¿Ah? —Por alguna razón, Ryoken sintió su pecho acelerarse— ¿Q-que… diji-?

— Que iré a Neo Domino City. Conseguí el cuarto mejor lugar en mi clase, como recompensa mi mamá me permitió irme a Neo Domino todas mis vacaciones de verano…

— … ¿Estarás… aquí…?

Cuando escucho la confirmación, Ryoken corto casi de inmediato para buscar y abrir la aplicación de mensajería.

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