Capítulo 11

188 26 5
                                    


Algo sonó en el fondo de mi cerebro, era molesto, ¿Qué podría ser?, abrí los ojos que dolieron al ver la luz demasiado fuerte del lugar en el que me encontraba, algo seguía sonando, ¿qué diablos era eso?, escuche una risita frente a mí, levante la mirada, unos ojos ambarinos me observaron divertidos.

- ¿Tendo? - escuché mi voz rasposa, el sonido volvió a escucharse y caí en cuenta de que estaba pasando - ¡carajo!

Me levante de un salto buscando mi celular en la mochila, tenía dos llamadas perdidas de mi mamá, conteste en el instante.

- ¿Hola? – aclare mi garganta y mire hacía Tendo, estaba en el piso, su camisa estaba manchada de carboncillo, un cuaderno de dibujo descansaba en sus piernas y tenía una sonrisa incipiente dibujada en el rostro.

- Wakatoshi-kun, ¿pasa algo?, son las 11:30 de la noche y no has regresado a casa, ni me has llamado, ¿estás bien? – escuche la preocupación de mi madre al otro lado de la línea.

- Voy en camino, estuve en varias reuniones y se me paso el tiempo, ah, deja la puerta sin llave, yo entrare sin hacer molestias.

- Está bien, ten cuidado, amor.

- Si madre, estaré en casa en unos 20 minutos.

Solté todo el aire que había estado sosteniendo, y miré a Tendo, me había quedado dormido contra su sofá por dos horas o más, no sabía cuánto tiempo había pasado, había estado dibujando eso seguro, quizás para pasar el tiempo y no molestarme.

- Lo siento por dormirme en tu sala, seguramente tu madre se molestará- dije inclinándome un poco hacía él, se puso de pie de un salto y empujo uno de mis hombros para que volviera a mi posición recta.

- No te disculpes por tonterías, grandote, estabas cansado, ¿qué clase de persona sería si no te dejo descansar en mi caro sofá importado? – yo abrí los ojos como platos y él río a carcajada limpia – mi madre lo compro por internet, tranquilo, es solo un sofá.

- Eres una persona divertida, Tendo- dije sonriéndole por primera vez, él me observo estático, sonrió y se acercó a mi cuerpo poniéndose ligeramente en puntas, sentí sus manos finas rodear mi cuello.

- Gracias por lo de hoy- lo dijo suave como si temiera que alguien más lo escuchara, aunque sólo estuviéramos nosotros dos, me planto un beso en el mentón y se alejó rápidamente.

Yo no dije nada, me quede ahí como piedra, ¿qué les puedo decir? Es lo que he hecho en todos mis 17 años, a parte no entendía porque me agradecía, el mentón me quemaba donde había sentido sus labios, él solo se sentó en su sofá, yo tomé mi mochila, me puse mis zapatos y ajá, huí como cobarde. 



"ES HETEROSEXUAL", había escrito eso en uno de los dibujos que habían salido del grandulón después de la noche que se había dormido en mi salón, fruncí los ojos, si, está bien, lo acepto ¿okey?, el grandote me parece atractivo, pero no hay nada ahí, el sábado que bese su mentón salió despavorido como niña que no encuentra a su mamá.

Revise mi celular, se podría decir que ya había hecho un par de amigos en mi salón de clases, había varios mensajes del club de arte, al parecer habría un partido de vóley amistoso entre nuestra escuela y otra, subí la conversación para ver de qué otra escuela se trataba y leí, "Shiratorizawa", mierda, mierda, mierdaaaaaa, ¿debía ir?, mire mi cuaderno y luego el teléfono, debía salir, no quería estar deprimiéndome sin razones en mi habitación.

MakutanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora