Capítulo 27

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Estaba en mi mesa de trabajo, papá me había pedido que diseñara algo exclusivo para un cliente que vería en un par de semanas, así que me estaba entreteniendo en eso, había pasado una semana desde que había compartido mi cama con Ushijima Wakatoshi y cada vez que lo recordaba mi estómago se revolvía nervioso, y es que ese día había sido demasiado para mí y seguramente ustedes me odiaron por como corte la atmosfera de besos, pero la vedad, fui un cobarde, la fuerza con la que mis emociones me atraen a ese chico son casi inhumanas, podría jurar que mi cuerpo hubiera dejado que Ushijima me hiciera el amor en el suelo de mi taller de arte, pero me gano el miedo, miedo de mí mismo, de no saber qué diablos hacer, de no gustarle, no sé, mil idioteces más.

Deje mi lápiz de lado y mire hacia el último cuadro que había pintado de él, a diferencia de los demás, este estaba a color, con él sentado en el taburete de mi closet con esa cara de pena por verme desvestirme frente a él, en serio amaba mi memoria fotográfica, porque al día siguiente me puse a trabajar en él. Él tipo me encantaba, me aceleraba las hormonas, el corazón y todo, y sabía que debía dar todos los pasos próximos con él y aun así con solo recordar sus labios en mi cuello siento como las piernas me flaquean...

El timbre de mi casa sonó sacándome de mis pensamientos que no iban por buen camino, así que baje corriendo, seguramente era la pizza que había pedido para poder seguir trabajando en los planos para mi papá.

Tomé la billetera de la mesa de café de la entrada y abrí.

- Hola, Tendo- me quedé parado con la confusión en la cara y mi billetera en las manos- ¿ibas a algún lado? – su rostro serio me miraba con extrañeza y yo sólo le sonreí

- Había pedido pizza para almorzar, pero veo que llego algo mejor- arroje de nuevo la billetera a la mesa de la entrada y me cargue de su cuello absorbiendo su aroma a limpio y a algo más que no pude notar

- Lo lamento, Tendo pero solo venía a hacerte una invitación- yo me aleje de su cuello y lo mire con la duda en la cara- quiero que vengas a cenar conmigo a casa, mamá saldrá a una cena de negocios en un par de horas y no quiero cenar solo, ¿irías? - yo me termine de separar de su cuerpo y mire hacía su casa y luego a él y sus ojos expectantes.

- Está bien, cenemos juntos- baje la mirada hacia mis medias y él pudo notar mi nerviosismo

- Mi abuela no estará, no te preocupes- su mano se movió hacía mi mentón obligándome a mirarlo a los ojos- así qué, ¿irás? - yo rodé los ojos con molestia y quité su mano de mi cara con un manotazo

- Si, iré, espero seas un buen cocinero, porque sólo tragaré pizza todo el día

- Quizás sí, quizás no, eso lo dirás cuando pruebes mi comida. En fin, debo irme, estoy ayudando a mi madre con algunas cosas, te veo a las 6:00 pm, dejaré la puerta entreabierta para ti- iba a preguntarle porque tantas indicaciones, pero una motocicleta se detuvo en la calle con un chico friolento encima de ella

- Bien, bien, señor mandón- el grandote solo me dio un último apretón de mano y paso junto a repartidor sin verlo siquiera y yo sólo lo mire divertido.

Entre de nuevo a casa, mamá estaba embadurnada de masa en todo su rostro e intentando ver una receta en Youtube.

- ¿Dijo que si? - sus ojos oscuros del mismo tono que los míos me miraban expectantes

- Si, madre, dijo que si, solo hay una cosa mal- me acerqué a ella intentando no pisar nada de los trozos de masa desperdigados por el piso

- ¿El qué? - ella se volteo hacía mí, colocando las manos en su cintura, llenándose totalmente de la masa en toda la ropa

MakutanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora