Capítulo 12

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Llegamos al gimnasio, estaba demasiado lleno, al parecer los partidos entre mi nueva escuela y Shiratorizawa, eran algo así como casi costumbre, "legendarios", había dicho Hitori.

- ¡Hitori!, ¡Tendo!, aquí- Ryota, otro de mis nuevos amigos del club de arte nos hizo una señal en las bancas que estaban frente al banquillo de nuestro equipo.

Caminamos a paso ligero, yo reconocí al grandote al instante, estaba haciendo señales a su equipo para que se reunieran, ¡Bingo!, si, cierto, muy heterosexual y todo, pero no perdería la oportunidad de comerlo con la mirada, y no me juzguen, que yo sé que harían lo mismo teniendo esos músculos enfrente.

- Te ves muy bien hoy, Tendo- dijo Katsumini, una chica castaña que estaba en el club conmigo.

- Gracias, no me esforcé demasiado, créanme – Hitori explotó en risas- ¿QUÉ? - le dije mirándola entre molesto y divertido.

- Que te tardaste casi 25 minutos poniéndote así de guapo – me señaló completo- No debe ser casualidad, ¿para quién te pusiste así de apuesto? ¿eh? - la chica se acercó a mí, y yo me enfurruñé en mi asiento.

- Tranquilízate, Tendo, tu cara esta tan roja como tu pelo- me dijo Ryota, dándome una botella con agua- tu cara le da las respuestas que necesitan las chicas- y empezó a reírse con su pelo teñido de rubio moviéndose por todos lados.

Yo los miré serio, volteé mi hacía el partido y la mirada oscura de Wakatoshi estaba puesta en mí, yo mire hacia otro lado fingiendo que no lo había visto, no quería que pensara que estaba ahí por él, aunque fuera cierto. El partido dio inicio, nuestro equipo era muy bueno, en especial el dúo de armador y rematador que conformaban Oikawa e Iwaizumi de nuestro año, pero claramente se notaba la ventaja que el Shiratorizawa poseía, todos sus jugadores eran fuertes, hábiles e inteligentes, por algo eran los campeones de la prefectura.

Disfruté el juego, inclusive la parte en la que las chicas gritaban "Ushijima sempai" a todo pulmón, a estas alturas yo ya tenía los ojos al revés de tanto rodarlos. El partido acabó, nuestra escuela perdió por pocos puntos. Observé al grandulón todo el tiempo, era muy buen jugador, en realidad no estaba alardeando.

Pero Wakatoshi-kun ni siquiera se inmutaba, las chicas le habían gritado todo el partido y él sólo las saludaba con un asentimiento de cabeza, sólo hablaba para dar indicaciones a su equipo y de ahí, nada más, me quedé pensando en lo que extraña que era esa actitud, mientras salíamos del gimnasio, mis amigos querían ir a un bar a celebrar la victoria de la escuela, así que me decidí por acompañarlos.

Observé de lejos a Wakatoshi, sus compañeros no paraban de hablar alrededor de él, pero su mirada estaba fija en el cierre de su chaqueta del equipo, supuse que iría a casa, recordé que traía su chamarra debajo de mi abrigo pues traía un plan en mente, que deseche a la mitad del partido, ya había obtenido lo que quería de él, lo mejor era dejarlo por la paz y no empezar a atormentarlo con mis inmadureces, sonreí mientras pensaba en eso, esa noche había caído en cuenta que el grandote deportista vecino nuevo, me gustaba y mucho.  



Estaba sentado en el reservado que mi equipo tenía en el bar, todos mis compañeros o estaban bailando con chicas o se comían a besos a alguna chica, yo le di un trago a mi soda. Si, si, no bebo alcohol porque soy deportista, en fin, la situación era que no podía dejar de pensar en Tendo, se veía muy bien hoy, con esa ropa que usaba, pude verlo de a ratos mientras jugábamos, lo veía reírse con sus amigos, carcajearse incluso, ¿cómo le hacían para hacerlo reír así?, yo no creo poder decir nada tan divertido para que una persona ría de esa manera y saben, había sido muy frustrante que no me dedicara ni una mirada, ni siquiera se despidió de mi cuando salió del lugar- suspire- esta situación me estaba carcomiendo la cabeza.

Miré en dirección a la pista de baile, todos disfrutaban y bailaban en parejas, yo jamás me había interesado en chicas, siempre aludí que no tenía tiempo para eso, en algún momento de la secundaria recordé sentir un gusto por una de mis compañeras, pero resultó en que era solamente amistad, siempre pensé que para cosas románticas o del amor era totalmente malo, por ende, inmune, aunque ahora estaba dudando si realmente yo era escéptico hacía esas cuestiones del amor.

Después que Tendo me beso el mentón, ya saben salí huyendo y si no, es que se han saltado capítulos de esta historia, el asunto es que corrí a mi casa, y me encerré en mi habitación, pase toda la noche viendo en dirección a mi techo, y en lo único que podía pensar era en él, en su bonita sonrisa blanca, en el sonido de su voz, en su cabello desordenado, en sus ojos suaves, en sus manos de artista, se que se deben de estar preguntando lo obvio, ¿no?, ¿qué si me gusta Tendo?, pues creo que eso está más que comprobado desde esa madrugada de domingo, ¿qué si sabía qué diablos hacer?, pues no, jamás había tenido una atracción tan fuerte y más por un chico, le di un trago largo a mi soda para aclarar un poco mi cabeza.

- Wakatoshi- Reon camino hacia mí, halando a un Semi, un poco ebrio del brazo- Semi bebió de más y esta acosando a las chicas.

- Yoooo, no acoso a nadie- hipo, el de cabello blanco, mientras lo sentaban al fondo del reservado- ¡Yo las amooo! - su voz se desvaneció hasta quedar con la cara en la mesa y los ojos cerrados.

- Siento lo del bar, sé que no te gusta la aglomeración de gente- Reon se sentó a un lado de Semi

- No hay problema, esta bien aquí, puedo vigilar que no se maten los unos a los otros y relajo mi mente.

- Has de tener muchas cosas en la mente para que no te moleste estar en un bar lleno de chicos ebrios- el moreno se removió en su asiento, volteó a la pista y al ver a un camarero, le hizo señales con las manos.

- ¿Necesita algo? - el camarero utilizaba una cabeza de personaje de anime en la coronilla y una especie de disfraz como uniforme.

- Eh, sip, quiero una Coca Cola, un vaso con agua y una cerveza de estas- dijo Reon señalando algo en el menú que el camarero le había ofrecido- gracias.

- Enseguida regreso- el chico desapareció entre la multitud y Reon carraspeo para llamar mi atención

- Se que vas a preguntarme que es lo que tanto he estado pensando- le dije mirándolo de frente- el tomo mi resto de soda, que era más hielo que soda y empezó a sorber por el popote

- Se que eres un hombre de pocas palabras, Ushijima Wakatoshi, pero nos conocemos desde la secundaria y creo que esto ya puede llamarse amistad- señalo hacia mu y luego a él el varias ocasiones- y amistad significa confiar en la otra persona

- Yo confío en ti, en la cancha- solté de repente

- No hablo de la cancha, hablo en la vida- él golpeó con su dedo índice la mesa- esta es la vida real

- Entiendo- observe que el camarero se acercaba con el pedido

- Aquí están sus bebidas- dijo haciendo una reverencia

- Genial- Reon tomo la soda y empujo hacía mi la botella de cerveza

- Sabes que no bebo

- Tú sólo sostenla- él siguió bebiendo de su coca mientras me miraba

- Bien, te diré lo que pasa- el moreno sonrió- creo que estoy enamorado de alguien.

Reon abrió los ojos como si hubiera visto un delfín bailando en medio de la pista, miro hacía Semi quién seguía babeando en la mesa y regreso su mirada hacía mí.

- ¿QUÈEEEEEEEEE? – mi amigo se puso ligeramente de pie y volvió sentarse, yo le di un trago largo a mi cerveza en un movimiento apresurado, arrugué la cara por el sabor.

- Tranquilízate, no es nada- mi voz salió entrecortada por lo amargo de la bebida

- ¿Cómo que no es nada?, jamás te gusto nadie en la historia, y ahora vienes y me dices que crees que estas enamorado, eso es para morirse- yo lo observé, se veía demasiado feliz y me pregunte que tanto había llegado a construir barreras ante la gente que me tenía cariño- Debes contarme, ¿cómo es ella?, ¿es alta, baja, pelinegra? Dimeeeee- Reon canturreo emocionado, yo le di otro trago a la botella.

- No es una ella, es un él. 

MakutanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora