Capítulo 22

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Caminé de regreso hasta la salida, ¿ustedes vieron venir esa reacción?, pues yo no, me sentía asqueado, había malinterpretado la amistad de Tendo con un coqueteo que quizás sólo existía en mi cabeza, seguramente el chico ahora me estaba odiando, por pensar que era gay, aunque, me devolvió el beso. Detuve mi andar rápido, ¿dónde estaba?, había llegado de nuevo al sitio donde estaban los puestos del festival, metí las manos en mi bolsillo, las llaves del auto estaban ahí, necesitaba largarme.

- Hey, capitán- Reon apareció de no sé donde

- ¿Y el pelirrojo? - movió sus cejas en forma sugerente en mi dirección y yo quise partirle la cara

- Eso no funcionara- seguí buscando en los bolsillos, necesitaba las llaves de la casa de Semi- dame las llaves de la casa de Semi- él me las extendió rápidamente al ver mi expresión molesta

- Hay cervezas en el refrigerador, y una botella de algo más fuerte en la alacena- yo tomé las llaves y solté un gruñido en respuesta- escucha, Ushijima- mi amigo puso una de sus manos en mi hombro deteniendo mi huida- sea lo que sea, sea aclarará.

- No lo creo, lleva a los muchachos a tu casa, diles que necesito estar solo, se los recompensaré

- Dalo por hecho

Yo me alejé de Reon, y salí al estacionamiento, encontré el auto de mi madre y me subí, quería golpearme contra el parabrisas por haber sido tan estúpido, no había pensado con claridad, me había dejado llevar por emociones que claramente no sabía las consecuencias que traían, ¡hasta lo había hecho llorar!, mierda. Salí del estacionamiento, y conduje lo más lento que mi rabia me daba, estaba molesto por haberme dejado llevar, quizás yo ni siquiera era homosexual y yo ya estaba pensándome una vida con él, ¿qué diablos pasaba conmigo?, quizás él tenía razón, necesitaba un par de piernas debajo de una falda para sentirme mejor y dejarlo tranquilo, no es como si no hubiera utilizado a esos pares de piernas antes.

Llegue a la casa de Semi, me quite los zapatos y la camisa, me sentía asqueado, ¿qué había estado pensando, ¿que yo le iba a gustar?, por favor, me arroje boca arriba contra la alfombra del salón, era suave, me gustaba recostarme ahí, escuchaba como mi celular sonaba como loco y yo lo ignoré, tenía enormes ganas de hacer una rabieta como cuando era un niño y mi madre no me compraba dulces, ¿es así como se siente cuando te rompen el corazón? ¿qué dicen ustedes?, yo no tenía ni la más mínima idea, sentir cosas por alguien era agotador, me reí de mí mismo vistiéndome elegante para gustarle, me golpeé la frente, diablos era un imbécil.



Estuve ahí mucho rato, viendo hacía el techo, lo calefacción me hacía sentir bien estando sin camisa sobre la alfombra, quizás debería hacerle caso a Reon y buscar esa botella de licor, pero no tenía ganas de moverme, respiraba por pura inercia, unas luces en la ventana me alertaron, ¿acaso no le dije a Reon que se llevara a los chicos a su casa?, puse mi brazo sobre los ojos, sabía lo que se avecinaba, preguntas estúpidas de qué diablos pasaba, no estaba listo para eso, escuche como abrían la puerta e intente prepararme mentalmente para la lluvia de preguntas, quizás debí tomarme un vaso de ese alcohol, no podía ni hacer bien los pasos de la depresión amorosa, genial.

- ¿Wakatoshi-kun? - una voz suave sonó por la estancia y el pasillo, me senté rápidamente

- ¿Tendo? - él apareció en el umbral de sala, llevaba el cabello desordenado y los ojos hinchados, su rostro húmedo de tanto llorar, iba a preguntarle que hacia ahí o que pasaba, pero sus delgados brazos me rodearon y me hicieron caer de nuevo ante la alfombra

MakutanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora