Capítulo 19

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Había tenido mucho trabajo en la empresa de papá, tenía un puesto importante por así decirlo, yo diseñaba los lobbies de los hoteles que construía la empresa de papá, obviamente pasaba por más revisiones de ingenieros de la empresa, pero hasta ahora habían aceptado cada uno de mis planos y diseños desde que tenía 15 años, era algo grande para un chico de 17.

Iba en un taxi de regreso a casa, Ryota, Hitori y Kat-chan ya debían ir en camino, debíamos de trabajar en una pintura colectiva que haríamos para el festival de invierno de la escuela, así que se quedarían en mi casa a dormir, era martes, todos estaban buscando universidad, así que teníamos el resto de la semana para trabajar en el festival.

Baje del taxi, mis amigos estaban en las escaleras de mi casa, cuando me vieron sonrieron de forma alegre, hacía ya un tiempo que no me sentía extraño en Tokio, era como si al final las piezas que no lograba embonar al fin encontraron su lugar, camine con mi mochila y mi tubo donde llevaba los planos

- ¡Tendooo! – Hitori alzo sus manos, alzando botellas de vino que seguramente había robado de sus de sus padres

- Parece que se mudaran aquí una semana, ¿Qué tanto traen ahí?

- Todo lo necesario para pasarla bien junto a nuestro amigo extranjero- sentí como Ryota me abrazaba por los hombros, mientras yo intentaba abrir la puerta

Los deje pasar a la sala con sus mochilas repletas, Kat-chan estaba algo sombría, suponía que era por lo de la otra noche con el tipo que era su novio, observé como se quitaban los zapatos y los dejaban ordenados en el genkan.

- Tu casa es muy linda- todos miraron el lugar sonriendo

- Los padres de Tendo tienen dinero- escuche como se burlaban mientras yo iba a la cocina a traerles algo de beber, cuando regrese, estaban de pie en el mismo lugar

- Los japoneses son tan extraños- les dije- siéntense, no sean un grupo raro de gente- les ofrecí un vaso de alguna bebida fría y recibí tres cabezas inclinándose hacía mí en respuesta

                                                                                            ⌂

Estábamos en mi habitación, la cena con mis padres y mis tres amigos había sido demasiado caótica, no habían parado de hablar y me sentía aturdido de tantas voces en mi cabeza. Habíamos repartido cuatro bolsas de dormir por todo el espacio libre de mi habitación, las chicas traían pijamas ridículos demasiado kawai, y Ryota y yo nos mirábamos como fuera del club ya que solo usábamos pantalones holgados y camisetas viejas.

- Bien, es momento de que hables, Tendo-kun- vi tres pares de ojos negros observándome, sabía que querían que hablara de Ushijima

- No los traje a hablar de eso, por lo menos no aún- le di un trago al vaso de vino que Hitori nos había servido

- ¿Ya lo besaste?

- ¿Besa bien?

- ¿Ya se te declaró? – observé a mis tres amigos, me sonreían felices, se veían a gusto en el piso de mi habitación, como si fuéramos amigos de años, no de meses, me armé de valor, era el momento, ya no iba a esperar más.

- No, no lo he besado- tres ceños fruncidos me miraron- no hagan esas caras, él es muy formal, y sólo hemos tenido dos citas, tómenselo con calma

- Pero, tú le gustas, ¿no?, ese día que fue a buscarte a la escuela fue por algo- Ryota me miraba confundido

- Miren, supongo que, si le agrado y todo, pero ya saben cómo es Japón, pienso que quizás no está del todo cómodo, hemos salido y charlado, me ha abrazado y tomado de las manos, pero nada más

MakutanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora