Capítulo 2

587 37 1
                                    

Semana tres de la escuela y yo sigo rogando para que acabe rápido esta condena. Como dije, no he vuelto a hablar con Mariana desde el primer día y ella, ya ha empezado a hacer amigos mientras yo sigo siendo el inepto estudiante serio que no habla con nadie.

Sonó el timbre de salir al receso. Yo me quedé buscando mi dinero mientras todos salían, y afortunadamente, Ella también. Seguí buscando hasta que me di cuenta.

“Carajo. Lo olvidé en casa”.

Me dispuse a salir cuando choque con Ella. Estaba justo detrás de mí.

—Oh, lo siento, pasa tú primero —Le dije.

—No importa. Y gracias Chico que le Encanta Leer.

—De nada, Chica que le Gusta Mucho Leer.

Ella rio.

—¿Santiago, cierto?

—Así es. Ahora que lo pienso, no nos hemos presentado.

—Claro que sí, el primer día lo hicimos.

—No, no. Me refiero a una presentación formal. Sólo tú y yo.

—No necesitamos una presentación formal.

—Si queremos ser buenos amigos, sí —Respondí inteligentemente.

Volvió a reír.

—Sabes cómo convencer a las personas, ¿lo sabías?

—En parte sí —Contesté— Bien, preséntate ante mí, Mariana.

—Bueno —Dijo— Me llamo Mariana y me gusta…

—No, no haremos esa presentación. Me dirás tu nombre, edad y color favorito.

—¿Para qué necesitas el color favorito?

—No lo sé. Lo quiero saber.

—¿No querrás saber el estado civil también?

—Si lo dices mejor para mí.

Me sonrió.

—Bueno, me llamo Mariana Castro, tengo 15 años y mi color favorito es el azul.

—¿Y tu estado civil?

—Jaja, voy en primero de preparatoria, soy soltera.

—¿Así que no tienes novio? —Pregunté.

Ella miró a otro lado incómoda.

—No —Me respondió—. Bien, es tu turno.

Suspiré.

—Mi nombre es Santiago Sachs, tengo 15 años y mi color favorito es el rojo.

—¿Estado civil?

—Soltero. Sin novia.

—Me parece bien. ¿Tu apellido es Sachs? ¿Vienes de Estados Unidos o algo así?

—En parte sí —Contesté.

—Oh, ya veo. El chico se quiere hacer el interesante —Dijo sonriendo.

Yo reí.

—¿Qué sucede? ¿Te hablan muchos chicos que se quieren hacer los interesantes contigo?

—En parte sí —Me respondió.

Yo le sonreí y nos quedamos mirando.

Cuando me di cuenta ya estábamos en la cafetería y ella ya había encontrado a sus amigas, por lo que me tuve que ir.

ENTRE LA NUBE Y LAS ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora