Mi Esposo, Padre Celoso (HARRY STYLES)

12. Dinner

La semana transcurrió de lo mejor debía admitirlo, habíamos salido con Shawn a todas partes, parque de diversiones, fuimos al cine a ver el estreno "Los increíbles 2" y varios restaurantes. Y en ésas salidas no hubieron más que besos calientes, como no los había sentido nunca. Era tan diferente Shawn, tan diferente al único hombre con el que tuve una relación formal. No quería nombrarlo porque me dolía la cabeza de solo recordar.

—Oh vamos James déjame poner la harina si quiera. —Le dije riéndome a mi pequeño hermano con el que nos encontrábamos preparando unas galletas. Pero él, típico de un Styles quería hacerlo todo solo. Sin ayuda. Excluyendo la parte del horno, ésa si la tenía clara. Aunque ya se encontraba éste prendido.

—¡No! —Gritó lanzándome una mirada asesina. Yo levante los brazos en señal de derrota y sonreí, mientras tomaba mi teléfono al ver que tenía un mensaje de mi mamá.

De: Mamá❤️

Llévate para hacer mi pasta especial. ¿te parece invitarlo a Shawn?...

Sonreí ante tan grandiosa idea. Y le contesté un rápido " Me encantaría" para dirigirme y mandarle un mensaje a Shawn.

Decidí mejor llamarlo. Las cosas eran más claras por llamada. Marque su número..

—¿Hola Demi? —Pregunto del otro lado un desorientado Shawn.

—Si, soy yo, ¿que tanto dudas? O acaso no me tienes agendada. —Bromee.

—Claro que te agendé linda. —Sonreí ante su pregunta. —Sólo es raro que las llamadas las hagas tú, cuando yo las hice en esta semana.

Tenía razón he de admitir. Digamos que estaba en mi marcha por hacerme la difícil.
Despegue mi vista de mi teléfono para observar a James y que no haya hecho un engrudo que luego sea imposible de comer. Todo marchaba bien.

—Entonces....—Hablé. —¿Te gustaría venir a cenar a mi casa? Algo informal nada más.

Cerré los ojos esperando un "no" era demasiado cursi la cena con los padres pero realmente me gustaba la idea y no veía nada raro.

—¿Ahora intercambio de roles eh?

Me contagie de su risa tam perfecta que la podía imaginar a la perfección.

—Tómalo o déjalo. —Dije haciéndome la ofendida. Le encontré el punto.

—Obvio que lo tomaré, mientras sea verte, por mi está bien.

La charla continuó unos minutos más hasta que un grito me sacó de mis casillas.

—¡NO JAMES! —Grito un desesperado Joseph tomando a James en brazos mientras cerraba el horno. ¡Oh por Dios iba directo al horno! Y sin guantes. ¿¡Pero en qué diablos estaba pensando?

—Oh dios oh dios. —dije sosteniéndolo ahora yo a mi hermanito. —¿Qué te dije James? Yo me encargaría del horno.

El bajo su cabecita ruluda.

—So-solo quería hacerlo yo...

—¡¿Y si te pasaba algo?! —Dije preguntándole mientras metía yo las galletas al horno y lo cerraba. —¿Qué iba a hacer yo sin ti?

El tomo mi rostro con sus manitas pequeñas. Y diciéndome algo que doblo mi corazón en la mitad.

—Jamás me pasará nada Demi, estoy aquí para cuidarte siempre.

Mi bebé no puede ser más tierno.

Bajo la atenta mirada de Joseph, que aún seguía parado ahí. Observándonos como dos estatuas admirables. ¿Y a éste que bicho le picó? Oh el de la infidelidad.
La relación con él no había mejorado ni empeorado. De hecho estaba todo igual. No volvimos a dirigirnos palabra alguna desde aquel encuentro en el pasillo. Yo me escabullía cada vez que podía y él no tenía las agallas suficientes para tomarme y decirme lo que tiene en mente infiel.