30. Charla incómoda.

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Esto era incómodo, demasiado.
La cena estaba en total silencio, yo miraba intrigante a papá y a Drew quiénes fulminaban con la mirada a Joseph.
¿a qué se debía este cambio repentino? Lancé una mirada suplicante a mamá para que ayude a aminorar un poco está tensión. Que se podía cortar con un cuchillo.
Ella asintió. Entendiendo.

—Joseph Cuéntame cómo va la Universidad. —Le preguntó mamá a mi chico, que estaba siendo atacado por dagas y miradas. —Me contó Demi que conseguiste un empleo, por tus buenas calificaciones.

Joseph asintió orgulloso. Yo mire a papá disimuladamente quien, sorprendido, prestó atención.

—Así es, estoy en una materia finanzas y se me da muy bien. Un profesor me ofreció un trabajo que ayudará a mis calificaciones también, soy el único de mi clase que recibió esa oportunidad. —Le sonreí. Estaba orgullosa y porque sabía también lo mucho que se había esforzado para que sea reconocido.
Por suerte y gracias a las escuchas y plegarias a mis Santos, la cena transcurrió de lo más normal, preguntas de aquí para allá y una que otra pregunta irónica por parte de papá a Joseph. Aún no sabía el porqué. Y también me asombra ese cambio de bando de mi hermano. Creía que eran mejores amigos.
Ayudé a mamá a traer el postre, la acompañe a la cocina.

Una vez alejados mamá mientras sacaba del frezeer helado y yo buscaba los platos en la alacena, pregunté:

—¿Que le pasa a papá y Drew con Joseph?

—No lo sé. —Dijo ella nerviosa, sabía que algo había ocurrido, mamá evitaba mirarme. —Celos de tu padre y tu hermano seguro.

—Oh vamos mamá, algo pasó, dímelo, parecen dos policías en un interrogatorio, y no es cómodo. —Le dije, cansada. —Las cenas con Joseph ya las tuvimos miles de veces.

Ella dejó las cosas en la mesada, se acercó y me dijo:

—Tu padre sabe que tuviste relaciones con Joseph y supongo le contó a tu hermano.

Siento todo girar. ¡diablos!
Que vergüenza por dios. Por eso está tan raro con él. ¡Ay lo matara!

—¡Mamá! —Digo medio gritando medio susurrando. Le había contado sólo a ella. Para que guarde el secreto. Y ahora esto. —Te dije que no le digas.

Mamá toma de mis manos y rendida me dice: —Hija, sabes que no puedo ocultarle nada, no me sale. No es que no quiera. La cosa era que el no debía decirle a Drew. Pero parece que lo hizo. —Me dice y por un lado la entiendo. Pero ¿lidiar con papá Así?
Finalizados nuestra charla y decidimos ir a la mesa. Tengo un nudo en mi garganta tan grande. También siento mis mejillas arder. ¡diosss! Que complicado.
Les juro que prefiero que la tierra me trague a lidiar con esto.

Joseph se está riendo con Drew, mientras toman una cerveza, creo hablan de fútbol. Y papá lo observa. Analiza cada gesto. Cada movimiento. Dios Te ayude Joseph. Dios lo haga.

—¡Helado! —Dice mi hermano como un nene de cinco años. Tomo lugar al lado de Joseph, y el pone su mano en mi rodilla, como esta acostumbrado a hacerlo. Y puedo notar la mirada de papá, que no se despega de Ahí. Es como si quisiera borrar la mano de Joseph.

—Yo quiero dulce de leche.—Dice papá. —¿Tú Joseph? —Pregunta.

—Cualquier sabor, estará bien para mí. —Sonríe. Y me derrite. Le doy un beso en el cachete por instinto. Y papá me fulmina.
Que ridículo. ¿ahora no puedo hacer muestras de cariño a MI novio?

Disfrutamos el postre.
Levantamos todos la mesa y quedamos charlando un poco más.

—Bueno dale. —Digo compitiendo con mi novio. —Te aseguro que te gano bebé.

Mi Esposo, Padre Celoso (HARRY STYLES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora