Mi Esposo, Padre Celoso (HARRY STYLES)

38- Almost I

Tres. Tres horas conduciendo por una carretera que en mi vida la había transitado, ni si quiera oído nombrar.

Pero sabia que por lo único que continuaba era por el. Yo misma lo meti en esta gran masa de problemas, yo era la culpable, la única. Tome el teléfono y llame al numero que me comunicaba cada hora.

-¿Y preciosa? Estas cerca puedo observar. -Su voz, que me causaba náuseas. Aún no sabía qué tramaba ni si quiera que tenía en mente de lo podría suceder. —Cada vez estás más cerca, en tres kilómetros dobla a tu derecha y tendrás el lugar donde podrás ver.

—Déjame hablar con él. —Dije con un hilo de voz. —¡Quiero saber que está bien! —Sollocé.

—No me gustan los dramatismos querida. Y menos estas demostraciones de amor frente a mi ¡no! —Y sin más corto.
¿Estaba obsesionado conmigo? Definitivamente.
Tenía rondando por mi cabeza una única idea pero me parecía la más alocada.

Había llegado a donde me había dicho, frente a mi estaba nada mas ni nada menos una cabaña, de esas que parecían sacadas de una película de terror, así todas tenebrosas y macabras.

Mi pulso latía cada vez rápido a medida me iba acercando, y más aún cuando localice el Jeep de Joseph a un costado. En mi mente pasaban mil imágenes...

¿Te estas acobardando? me preguntaba a mi misma, y lo sabía que por mas miedo tuviese ahora, iba con paso decidido a terminar de una buena vez con todo esto.

La puerta estaba abierta, y lo único que oía eran suspiros. mis suspiros.

—Al fin llegaste. —Mi pulso se congelo, mi mente se paralizó y esa voz....resonó en toda mi cabeza. Esa voz con la que alguna vez compartí momentos únicos. Gire lentamente encontrándome con la viva imagen de nada mas ni nada menos que de Shawn. La persona que conocí y me gusto de una manera diferente. —Vaya no sabia que te ibas a emocionar tanto de verme. ¡Me siento afortunado!

—Pedazo de basura ¿Como pudiste? —Mis lagrimas caian como lluvia, quería pegarlo, quería decirle tantas cosas pero sobre todo tenia un millon de preguntas en mi cabeza..

—Sh sh sh....Yo si quiero ver a tu noviecito no seguiría por ese camino —Me dice acercándose a mi, pude ver su rostro, estaba pálido, no tenía esa hermosa sonrisa que un dia me cautivo tanto. No tenia nada de lo que algún día pudo gustarme.

—¿Que quieres? —Le pregunté casi en un susurro inaudible, mi energía se habia agotado. Todo me había caído como un balde de agua.

Sus pasos los observaba con total atención, ¿estuvo viviendo en esta cabaña solo?

Mire a mi alrededor y parecía que definitivamente alguien había estado viviendo aquí, era pequeña y se podía ver a la cocina pegada a una mesa con dos sillas y un pequeño living con un televisor y un viejo sillón. Había un pasillo y dos puertas al final de este.