25. Miradas fulminantes

329 19 2
                                    

Una vez terminó la película decidimos ir a cambiarnos para el paseo que daremos por el centro del pueblo.
Aún no puedo sacarme de la cabeza del mensaje. La foto. Era yo. Los pelos se me ponen de punta al imaginarme a alguien observándome, e instintivamente cierro la ventana.

—¿Estás bien? —Pregunta Ariana, mirándome como si tuviese dos cabezas.

—Sí. —Respondo rápido. —¿Porque?

—No lo sé, parece que viste un fantasma amiga.

Bajo la cabeza y sin esperar, miles de lagrimas caen de mis ojos cansados.

—Oye...

Mi amiga se acerca y me funde en un cálido abrazo que creo que necesitaba. Me guardo las cosas y no es nada sano. Lo sé a eso. Lo que no puedo es dejar de hacerlo. Es como si interiormente quisiese creer que no me está sucediendo o que puedo resolverlo sola.

—¿Pasó algo Demi? —Me pregunta una vez nos separamos y sus ojos me examinan preocupados. —Estoy segura que algo pasó, por favor dímelo.

—No lo sé Ari, hace unos días recibo mensajes horribles. —Confieso.

—¿Mensajes?—Dice. —¿De quien?

—¡No lo sé! —Respondo alterada, y desbloqueó mi teléfono para mostrarle los dichosos mensajes. Ella lee a esos dos últimos, y sus ojos se abren asustados.

—¡Jesús Demi! ¿Le dijiste a Joseph de esto?

—No —Respondo. —No quiero causar problemas Ariana. Estoy segura que es una puta broma de alguien que no tiene nada que hacer. —Digo cansada. —Es solo me altera ver esa fotografía.

—¿Y a quien no? —Dice apoyando sus manos a las mías. —Joder Demi. Te sacaron una foto mientras dormías.

—¿Que hago? —Preguntó. —No se que hacer.

—Primero debes de contarle a alguien amiga, es serio y no creo que sea alguien que por hacerte una broma entre a la noche y te saque una foto, digo, ¿que clase de persona sería?

—Es que es eso. —Digo dándole la razón —Pero y si me confundo y hago todo un revuelo sin importancia?

—¿Y si es algo que SI tiene importancia Demi? —Me dice enfatizando el "si" duramente. —No puedes solo guardártelo y ya.

—Lo se. —Admito. —Le contaré a Joseph y a Drew y veremos que logramos encontrar.

—No estás sola amiga, tenlo siempre por seguro a eso.

Nos fundimos en un abrazo de pura amistad. Eso que tanto necesitaba. Y nos disponemos a preparar la ropa e ir a bañarnos.
Mientras los chicos están bañándose en el cuarto de mamá y papá.

Aún cuando el agua cae sobre mi cuerpo no dejo de pensar las palabras de mi amiga, que clase de persona vendría por la noche a tomarme una foto. Es claramente una persona que está dispuesta a demostrar que es capaz de cualquier cosa.
¿Que hice yo? ¿A quien dañe para que sean capaces de hacerme tener tanto miedo?
¿Serán esos tipos del club de Joseph y Drew? Y sin pensarlo más lagrimas caen sobre mi cara, encontrándose con las de la ducha...
dudo que sean ellos realmente, no parecen de esas personas que se toman el trabajo sigiloso de hacerte tener miedo y esperar. Son más de esos que si te quieren dañar, lo hacen. Si te quieren pegar, lo hacen. Ellos no pierden el tiempo para nada. Y eso me aterra. Porque no lo sé cual es peor.
Apago el grifo y me seco con mi toalla, salgo y le digo a mi amiga:

—Puedes entrar Ari. Mientras yo, me iré cambiando.

Ella asiente y entra.
Traje un vestido que creo es la ocasión perfecta, es uno de mis favoritos.

Mi Esposo, Padre Celoso (HARRY STYLES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora