—Lou, amor, no podré pasar por ti.
La voz de Harry se escuchaba distorsionada, o quizá era su decepción la que no lo dejó escuchar claramente.
—Tuvimos problemas en una sede y viajaré de emergencia, perdóname, juro que lo compensaré.
—No hay problema, Hazz. No es tu culpa, esperaré hasta que regreses.
Louis sonrió triste escuchando la afligida voz de Harry en la oscuridad de su habitación, sentía que ese tiempo lejos seria eterno. Los momentos juntos eran tan habituales que se sentían como parte de sí mismos desde siempre. El control de sus instintos estaba más desarrollado que los días posteriores a su primer acercamiento. El dolor por la lejanía ahora podía estar aplastado por un corto tiempo. Si a Harry se le ocurriera estar lejos por más de un par de días, entonces él podría empezar a caminar en círculos.
Más ahora que Louis sabía lo que se acercaba sin poder posponer.
Negar que se sentía nervioso por lo que sucedería o lo que tendría que hacer lo incitaba a querer tirar de sus cabellos. ¿Quedarse en casa o ir con él? Tenía aún tiempo para decidir con Harry una vez que regresara.
Louis suspiró y decidió que lo mejor sería intentar dormir temprano. Los días en su universidad se volvían extraños y el ignorar las miradas pesadas en ocasiones le resultaba agotador. Los susurros ahora eran nítidos y a Louis en vez de molestarle, le hacían bastante gracia.
Ningún omega dejaba solo su nombre en las oraciones, siempre llevaba interesado o mascota en él. Louis le había dicho a Harry, en una de sus tantas citas, lo que aquellas voces susurrantes creían de él. La risa ruidosa del ojiverde no se hizo esperar cuando le mencionó cada una de las características de su supuesto alfa. Si Louis siguiera siendo como lo fue en un ayer, él probablemente hubiera creído que lo único que alcanzaría a tener sería una especie de alfa decrepito. Un ser millonario, por qué no, anciano, claro que sí, con poder medianamente contundente, más por su carácter ruin que, por respeto y honor. Con olor a cigarrillo y alcohol, algo despreciable que sólo le prestaría atención por ser un juguete nuevo. Nadie de clase pura, con reputación y apariencia aceptable, lo cortejaría para algo formal y verdadero.
Harry rio y le dijo que algún día podrían alardear frente a todos de su relación. Presentarse ante sus padres para silenciar preguntas y si los medios se volvían hostigosos al punto de asfixiar, podrían irse a cualquier lugar sin importar lo que queda atrás. Estuvieron de acuerdo con su plan sin caducidad, un cupón para el día que quisieran malgastarlo siendo ellos dos en un lugar desconocido.
Louis suspiró y vio su reflejo en el espejo sobre el lavamanos, sus ojos brillaban en anhelo y su piel estaba sonrojada al recordar momentos cálidos. La sudadera de Harry sobre su piel lo hacia todo más real, su olor lo tenía impregnado en cada lugar superficial que tocaba la tela. Se sintió feliz al saber que sería el primer lugar donde llegaría Harry a su regreso. Siempre él, siempre el primero en cualquier situación.
Terminó de cepillarse los dientes y se recostó en la cama viendo la luna sin estrellas. Así supiese que su omega no enloquecería por la obvia ausencia, él tenía claro que dormir se quedaría en el lugar de imposible cuando el frío clima golpeaba la noche solitaria. Louis esperaba que Harry no tardara la semana que le restaba en la cordura.
(...)
—¿Qué harás la próxima semana?
La mirada fría de Alissa atravesó a Louis y el escalofrío fue inevitable. Por ello estaba evitando tener un desayuno con sus padres. La pregunta que no quería contestar por desconocer la respuesta siempre nadaba sobre su cabeza.
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Trágicamente Omega|Larry Stylinson|Omegaverse
FanfictionPorque la luminiscencia de sus almas son el neón entre la oscuridad. Son el cartel blanco lleno de mercurio de un motel de carretera que guía el camino casa. Que distrae de la noche. El camino donde su esencia llama al alma compartida. Porque casa e...