Si alguien le hubiese dicho a Harry que ese día encontraría su motivo para respirar, posiblemente le hubiera dado la espalda sin opción a la perplejidad.
Si alguien intentara describir al precioso omega frente a él, aquel que significaría su mundo completo, no podría captar ni un solo milímetro de su luz incandescente con aquellas palabras banales.
El tiempo se vio alterado de forma abrupta y sin condescendencia alguna, simplemente todo sucedió sin vuelta atrás.
Louis se sintió tan indefenso en el segundo que su corazón quedó perdido en los ojos jade y el olor acogedor que gritaba infalibilidad. No escucho nada que no fuese su instinto gritarle que dejara todo en el suelo y alcanzara al alfa que se acercaba a él sin perder su aturdimiento oculto. Sintió la intensa necesidad de ir hacia él y quedarse oculto dentro de esos brazos que se adivinaban firmes bajo el blazer negro.
La razón le falló cuando sus miradas se despegaron y el alfa se colocó a un lado de él, tan cerca que podía sentirlo. Gracias al poco autocontrol que le quedaba no mandó al demonio todo y perdió su dignidad. Reguló su respiración discretamente y bajó la mirada, estaba seguro que la perturbación de sus sentidos no fue percibida por el extraño.
Louis escuchó las puestas cerrarse y en un segundo el elevador se puso en movimiento. Nervioso tragó saliva y disminuyo el flujo de sus pensamientos erráticos. En su vida se había puesto así por alguien y pareciera que en esos escasos segundos estuviera dispuesto a llevar abajo sus barreras por un aroma a seguridad. Su inmensa curiosidad lo venció y ladeó moderadamente su cabeza, con el rabillo de su azulado ojo detalló al indescifrable hombre.
El alfa exudaba belleza por cada poro. Era alto, demasiado alto, llevaba un traje hecho a la medida, apretado y estilizado en las partes correctas, su perspectiva no era muy buena ya que estaba de perfil, pero servía para saciar su curiosidad. Un cuerpo perfecto se podía adivinar bajo la ropa.
Tenía el cabello rizado y de un hermoso color caoba, le llegaba antes de tocar sus hombros anchos, sus labios eran abultados y exquisitos, la sonrisa anacarada rematada con curiosos hoyuelos a los costados lo cautivo, la nariz perfecta se lucia en su piel blanca y tersa, perfecta en cada centímetro, y unos ojos verdes con grandes pestañas que... Si Louis nunca pasó por algo vergonzoso, entonces este era el momento perfecto para que su rostro se encendiera en un delicioso sonrojo.
Maldición, le estaba sonriendo, el extraño lo llevó en un segundo a estar nervioso y cohibido. Su respiración se perdió en su interior cuando percibió la ligera diversión en esos labios rosas. Él lo descubrió en su escrutinio descarado.
Louis fingió indiferencia y descubrió que el piso del elevador era bastante interesante. No lo debía culpar, tenía todo el derecho de perderse en él porque jamás vio semejante espécimen en su vida, nadie se le podía comparar. Su oportunidad de conocer los altos estándares no se repetiría de nuevo.
—¿Algo interesante que ver? —le sonrió ladino y su voz lenta, casi como si arrastrara las palabras, provocaron el mayor deleite en Louis.
—Por supuesto, lo elevadores suelen contar historias interesantes —Louis giró su rostro y se encontró con los ojos verdes expectantes —Sin embargo, si te refieres a ti mismo, entonces temo que no.
El castaño no se dio cuenta porque miró al frente, pero una ligera sonrisa satisfecha atravesó el rostro del alfa cuando fingió una sonrisa triste y se encogió de hombros. Al parecer su actitud filosa llamó la atención.
—¿Debería sentirme ofendido por las palabras de una peculiaridad tan estrafalaria? —sus ojos volvieron a encontrarse y esta vez sin despegarse mantuvieron un brillo travieso—. Debo admitir que siento curiosidad por las bocas viperinas.
ESTÁS LEYENDO
Trágicamente Omega|Larry Stylinson|Omegaverse
FanfictionPorque la luminiscencia de sus almas son el neón entre la oscuridad. Son el cartel blanco lleno de mercurio de un motel de carretera que guía el camino casa. Que distrae de la noche. El camino donde su esencia llama al alma compartida. Porque casa e...