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VIII

NADIA POV

Las cosas han cambiado en este estúpido pueblo, nuevas tiendas, nuevos lugares, más niños estúpidos y odiosos, "es repugnante", pensé.

El auto se detuvo enfrente de la casa de Claire, los faroles que estaban en la calle eran los únicos en dar luz, el hombre al cual tenía manejando se bajó del automóvil y me abrió la puerta, baje lentamente y mis ojos se posaron en la casa.

– ¿Enserio?–pregunte con demasiado sarcasmo y asco, sin despegar mis ojos de la casa.

Le brinde una sonrisa algo forzada a aquel hombre y sin más su encantamiento se esfumo, su cara de confusión me daban ganas de reír pero simplemente me contuve y luego empecé a caminar a aquella casa.

–Aperta ianua–dije al estar enfrente de la puerta y esta automáticamente se abrió, dejándome el paso libre para entrar a la casa.

–Cariño la cena ya está...–la voz de Claire se esfumo, sus ojos no se despegaban de los mios y su cara de asombro era realmente única–Nadia–dijo casi en un susurro.

–Yo también te extrañe querida–dije hipócritamente– ¿Dónde está mi hija?–pregunte mientras sacaba un cigarro de mi bolso y lo encendía.

–Claire ya estoy en...–el mismo rostro de asombro invadió a Charlie, el queridísimo esposo de Claire.

–Nadia–dijo confundido– ¿Qué haces aquí?–pregunto con la misma confusión.

–Vengo por mi hija–respondí, inhale un poco del humo de cigarrillo y luego lo solté sin preocupación.

– ¿Enserio?–pregunto Claire algo molesta– ¿o viene por la chica que es mitad estrella mitad bruja?–pregunto en voz alta.

–Así que tú lo sabias–dije acercándome a su lado– ¿Cuándo pensabas decírmelo?

–Lo...lamento–dijo en voz baja y con algo de nervios.

–No pasa nada–dije tratando de subirle el ánimo–de todos modos tu cuidas de mi querida...hija–dije colocando mi mirada en ella, en Amber la cual se quedó quieta en las escaleras al verme.

–Mamá–dijo un poco indiferente.

–En mis tiempos un abrazo a tu madre era mejor–comente.

– ¿Qué haces aquí?–pregunto con rabia.

– ¿No me extrañaste?–pregunte con ironía.

–Te pregunte algo–respondió–así que te pido por favor que me contestes–hablo de nuevo.

–Nosotros las dejamos solas–dijo Charlie tomando de la mano a Claire para luego desaparecer de aquel lugar.

–Vine por ti–dije respondiéndole la pregunta a mi hija.

– ¡Mentiras!–grito molesta y luego dio media vuelta para ir a quien sabe dónde.

Un gran portazo se escuchó en el segundo piso, "¿Por qué tuviste hijas?", me pregunte mientras masajeaba un poco mis sienes ya que en verdad es agotador.

Termine de fumarme aquel cigarro y lo arroje en el piso de la casa, camine hacia las escaleras y comencé a subirlas una por una hasta llegar al segundo piso, allí me encontré con tres puertas, "una debe ser de Charlie y Claire, la otra de Amber y la última mía", pensé mientras caminaba hacia la puerta color rosa, "que asco de color", pensé.

–Amber ábreme–dije calmada.

– ¡Lárgate!–fue lo único que me grito.

–Está bien tienes razón–dije ya demasiado estresada–regrese a este pueblo no por ti–dije.