Princípio

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Steve se encontraba en la torre Vengadores. Hace poco tiempo que había sido remodelada y ha sido denuevo habitada por todos los antiguos y nuevos compañeros del equipo. Le emocionaba la idea de ver nuevas caras, aúnque le incomodaba también el pensamiento de tener que compartir tiempo con Tony Stark.

Todo había vuelto a ser como antes. Bueno, casi todo. Algunos compañeros no se hablaban, con eso se refería a que el genio, millonario, filántropo, playboy, Tony Stark, no quería hablar con nadie de los Vengadores, excepto con Peter, no puede ignorar a su pupilo por mucho tiempo aúnque lo quisiera.

— ¿Crees que sea buena idea que Tony se reincorpore a las misiones, Fury? —Preguntaba Natasha mientras caminaba al lado de Capitán america y del pirata.— No quiere hablar con nosotros y eso puede ser un problema a la hora de pelear.

— Yo también estaría molesto después de que me traicionaran en una guerra.— Fury miró con su único ojo al descubierto al capitán para después ponerlos en los papeles que estaban en una carpeta.— No lo pondré en misiones tan pronto, pueden tranquilizarse.— Le pasó la carpeta a las manos de la rubia.— Necesito que se lo pasen a Stark. Yo no me quedaré mucho rato. Me necesitan en la balsa.

La agente romanoff miró la carpeta que Fury le había entregado, en unas letras grandes y rojas se podía leer "Proyecto Vengadores".

—¿Vas tú?— El rubio que estaba a su lado miró a su compañera.— No creo que le alegre mucho vernos.

— ¿Puedes pelear contra Nazis pero no puedes hablar un poco con Stark?

— Si. Creo que me agrada mucho más pelear contra Hitler que hablar con Tony.—La rubia rodó los ojos y tomó con fuerza el poleron que vestía el capitán, arrastrandolo hasta el laboratorio de Tony.

Como los anteriores días, la puerta de vidrio estaba cerrada, no se podía entrar si no se tenía acceso de parte del castaño.

— Viernes, ¿podrías abrir la puerta? — La rubia tenía esperanzas de que la puerta que estaba delante de ellos se abriera si hacía esa pregunta.

—Lamento decirle señorita Romanoff que el señor Stark dejó muy en claro que no quiere que nadie lo moleste mientras esté en el laboratorio.— La voz de la I.A de Tony se escuchó.—No puedo ir contra su ordenes.

Steve puso su mano como puño y se acercó a la puerta de vidrio.

— ¿Sabes que se va a enojar y va a ponerse su traje?

— Correré ese riesgo, debemos pasarle los papeles que nos dió fury porqué si no después saldremos perjudicados nosotros y creo que Fury me da mucho más miedo que Stark.—El rubio miró a su amiga.

— Como quieras... Espero que tengas el escudo que te dió el rey.

Steve golpeó la puerta haciéndola pedazos en segundos. Se separó un poco para ver los daños que hizo y después buscó con la mirada a Tony. Encontrándose con el millonario enojado y cubriéndose sus oídos por el ruído que había hecho.

— ¿¡Que mierda te pasa!?— exclamaba con una mezcla de enojo y sorpresa el genio.

— Lenguaje.— Aún no se acomodaba que las personas de hoy en día digan palabrotas tan fácilmente.— Y eso fué por que no nos dejabas entrar.

— Porqué estaba ocupado, idiota. Y creo que no les queda claro que no me gusta que me molesten cuando estoy ocupado.— Se levantó de la silla.— Necesitaba estar sólo, tengo que terminar algo para mi empresa. Tengo otra vida además de la de héroe.

Natasha se adentró con el Capitán a la habitación viendo el desorden que tenía el millonario. Al parecer estaba trabajando en mejoras para su traje, — El Mark L.— ya que tenía muchas piezas de metal rojo y doradas esparcidas en el suelo o amontonadas en las mesas pequeñas que estaban por la habitación.

Stark suspiró y después miro a los dos rubios.— ¿Que necesitan? Espero que sea algo importante para que terminaran con la pobre vida de mi puerta de vidrio que era muy bonita por cierto.

— Fury quería que te diéramos esto.— La espía le entregó la carpeta que se le había sido entregado hace unos minutos atrás.— No dijo porqué.

Tony abrió la carpeta y leyó rápidamente el contenido de las primeras paginas, después de pasar sin interés las siguientes hojas, cerró la carpeta y la dejó en una encimera, al lado de herramientas sucias.

— Bien, esto es importante, necesitaré la ayuda de Romanoff, no la de Rogers.— Tomó una caja y se la lanzó al rubio.— Cuídalo capitán, tómalo como un regalo de mi parte... Es mucho mejor que el que me dejaste hace unos años. Disfrútalo.

Tony se llevó a la espía del lugar para poder hablar en privado, mientras que el rubio abría la caja encontrándose con un teléfono que tenía grabado atras el logo de la empresa de Stark.

— Gracias.— Le dijo a Stark, sin darse cuenta que el otro ya no estaba en la habitación.

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Aúnque aún no sale la segunda parte de Infinity War, me gusta hacerme una idea de cómo será.

𝑅𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙𝑒𝑠 » 𝑴𝒂𝒓𝒗𝒆𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora