𝑅𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙𝑒𝑠 » 𝑴𝒂𝒓𝒗𝒆𝒍

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Bucky estaba cansado y también apenado. Natasha había sido su compañera y amiga en los últimos tres años y la había querido mucho. Y saber que al día siguiente iban a enterrarla, le causaba mucho dolor.

Abrió la puerta de su habitación. Escuchó la voz de Viernes pero no le prestó atención. Quería tirarse en su cama y escuchar música depresiva hasta dormirse. Podría escuchar la banda que le dijo el hijo de Tony, ¿Los pilotos? No sabía cómo se llamaban, pero los iba a escuchar... En algún momento.

La puerta se abrió y se apoyó un poco en el umbral de la puerta para tratar de ver el camino a la cama. Pero en vez de ver eso, se encontró con la, fantástica, vista de la espalda de T'challa.

— Oh demonios — Exclamó mientras la recorría con la mirada.

Núnca había visto al rey de Wakanda sin polera y, tenía que decirlo, era extremadamente caliente.

— ¿Bucky? — T'challa se dió la vuelta y James no pudo evitar morder su labio inferior por tener esa vista.

Mierda. ¿Quién diría que la parte frontal de ese hombre era mucho más sensual que el de todas las mujeres con las que había coqueteado?

— ¿Que haces acá? — T'challa tenía su polera en una mano, pero al parecer no tenía intenciones de colocarsela.

— Es mi habitación.

— No, és la mía — Bucky lo vió confundido.— La tuya está en el otr pasillo.

— Mierda, lo lamento... Sólo que estoy tan cansado y triste que no me dí cuenta.

— Ya te enteraste.

— Si.

— ¿Quieres hablar de eso?

— Sí no és mucha la molestia, Rey.

— Jamás lo és. Cierra la puerta y acomodate.

— Bien, pero primero colócate la polera. Tu cuerpo me distrae.

El rey se rió y se colocó su polera holgada. Había que decir que jamás había visto a T'challa con ropa informal. Siempre eran con trajes. Pero con esa polera — y con toda la ropa que se colocaba.— se veía bien.

Bucky se sentó en la cama y se sentó en forma de indio, mientras veía que T'challa se acostaba en la cama.

— ¿Hace cuanto que te enteraste?

— Una hora. Steve me lo dijo. ¿Sabes dónde la van a enterrar?

— Por lo que entiendo, mi amigo Ross le había encontrado un lugar en el cementerio nacional.

— Sí. Ahí colocan a los militares. Me alegro que lo hagan. Natasha se lo merece. ¿Tú crees que esté bien?

— Bueno, ustedes tienen diferentes maneras de ver la vida después de la muerte por sus religiones y sus dioses. Ustedes creen en ese Dios con barba que se parece mucho a tí — Los dos se rieron —. Para ustedes, ella estará en el cielo. ¿Para mí? És muy diferente. Ella debe estar en una nueva vida con sus antepasados.