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Habían pasado dos años desde aquella horrible noche de Halloween.
La pequeña Halley fue llevada a vivir con los Dursley (a pesar de las protestas de su padrino) porque como dijo Dumbledore "era lo mejor".
La razón por la que Sirius no fue a Azkaban era porque al director de Hogwarts se le ocurrió utilizar veritasérum en un juicio que se realizó a la fuerza.

En este momento, sin embargo, Sirius Black y su novio Remus Lupin estaban en la oficina de Dumbledore esperando a que les dijera por qué les había pedido que fueran.
Dumbledore les miró y suspiró, sabía que iba a poner mucho peso sobre sus hombros a la joven pareja de veinticuatro años.

Sirius, que era conocido por tener poca paciencia fue el primero en hablar.

-¿Profesor por qué estamos aquí?

-Hay algo importante que debo decirles señor Black- Albus lo miró con una expresión grave en su rostro, lo que provocó que Sirius le mirara con curiosidad-¿Recuerdan el motivo por el que mandé a Halley a vivir con sus tíos?

Tanto Sirius como Remus asintieron, pero fue el hombre lobo quien lo explicó.

- Dijiste que allí Voldemort no podría tocarla, que la sangre de Petunia la protegería debido al hechizo que realizó Lily antes de morir para proteger a Halley.

Dumbledore asintió recordando el triste momento en que tuvo que explicarles por qué la pequeña no podría quedarse con ellos.

-¿Por qué nos estás haciendo recordar esto profesor? Ya es bastante duro saber que ni siquiera podemos verla.-Sirius sentía una mezcla de emociones en su interior, estaba enfadado por no poder tener con él a su ahijada, triste porque le había fallado a James y Lily...

- Señor Black voy a necesitar que se tranquilice si quiere saber para qué los he llamado, es una noticia de gran importancia.

Los ojos del director brillaban con una mezcla de emociones en ellos, Sirius y Remus se miraron y luego volvieron a mirar a Dumbledore, ambos se inclinaban en el asiento por la curiosidad que les invadía en el cuerpo.

- Mandé a Halley Potter con los Dursley porque allí estaba a salvo de Voldemort y sus mortífagos, pero hay algo más peligroso para la niña.

Sirius y Remus se miraron entre ellos, la curiosidad había sido sustituida por la preocupación.

-¿Qué quiere decir profesor?-preguntó Sirius.

- Estoy diciendo que he descubierto recientemente que la joven Halley Potter está sufriendo abuso infantil por parte de los Dursley.

- Quieres decir que...-dijo Remus dejando la frase a medias.

- Sí-contestó el viejo mago como si le hubiera leído el pensamiento.

La noticia tuvo el efecto que Dumbledore esperaba, ambos estaban enfadados y Remus parecía estar luchando por controlar su lobo interior.

-¡Te dije que Lily y James querían que la cuidara! -empezó a decir Sirius al tiempo que se levantaba-¡Y mira dónde está! PIENSO MATARLOS YO MISMO- Sirius caminaba por toda la habitación furioso.

- Profesor, tenemos que sacar a Halley de ahí inmediatamente-empezó a decir Remus-El abuso infantil es muy grave y estoy seguro de que la magia accidental de Halley solo empeora las cosas.

Sus palabras causaron un gran efecto en Sirius, la preocupación sustituyó a la ira y volvió a sentarse.

- Lo sé, por eso Halley será sacada de inmediato de casa de los Dursley.-dijo Dumbledore al tiempo que se quitaba sus gafas de media luna para limpiarlas.-Sé que querréis venganza en cuanto a los Dursley pero tenéis que tened paciencia, recibirán su castigo. No os dejéis llevar por la ira.

Dumbledore lo decía tan firme que más que un consejo parecía una orden. La pareja de magos iba a decir algo, pero lo pensaron mejor y ambos asintieron a regañadientes.

-¿A dónde va a llevar a Halley?-preguntó Remus repentinamente.

Dumbledore sonrió por primera vez desde que empezó la conversación y sus ojos volvieron a brillar.

- Pensé... Que qué mejor lugar dónde estará protegida y amada incondicionalmente que con los dos mejores amigos de su padre.

Un silencio siguió a esta declaración, Sirius y Remus miraban con asombro al director.

- Eso sería si vosotros estuvierais de acuerdo en criar una hija juntos, sería una gran responsabilidad.- continuó sonriendo, aunque la sorpresa fue tal para la pareja que no le salían las palabras.
Sirius y Remus se miraron y dos sonrisas enormes se extendieron por sus caras.

- Aunque claro, siempre podría...

-¡Por supuesto que cuidaremos de Halley!-dijo Sirius feliz y sin dudarlo.

- Eso pensaba.

Todos tenían expresiones de felicidad en sus caras, pero la de Remus se sustituyó por una de preocupación.

- Pero ¿Qué pasa con mi condición? Podría hacerle daño a Halley -dijo con ansiedad, no quería que por su culpa Halley saliera perjudicada.

- La poción Matalobos recientemente desarrollada lo mantendrá en su sano juicio durante las transformaciones señor Lupin y en las lunas llenas podrá dormir en el sótano de la casa que les he proporcionado a los tres en Canterbury, está protegido por hechizos.

Remus sonrió tímidamente mientras que Sirius sonrió más abiertamente y con confianza. Eso era algo que Remus admiraba de su novio, su confianza en sí mismo.

-¿Cuándo podemos ir a por mi ahijada?- preguntó Sirius entusiasmado.

- Dentro de un par de horas, vuestra nueva casa está casi lista y hay que sacar a Halley de esa casa cuanto antes.

Sirius y Remus se miraron emocionados, iban a poder recoger a su ahijada en un par de horas... Casi no podían esperar.

Mini Cornamenta:La historia de Halley PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora