// WHEN A CHILD LAUGHS FOR THE FIRST TIME A FAIRY IS BORN \\
«Delicada: Dicho de una persona u objeto que está dotado de elegancia y satisface un gusto sutil y refinado»
¬ season four
¬ liam dunbar x oc
¬ j...
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Faye bajaba las escaleras que sabía estaban más cerca de la taquilla de Liam. Lydia le había dado algunos consejos para llamar su atención, como mover el pelo, bajar por las escaleras mirándole de forma coqueta, sonreírle... e intentar hacer todo eso de forma segura y como si fuera a cámara lenta.
La joven descarto seguir sus consejos, al menos en ése momento, estaba totalmente segura que si no miraba por donde pisaba se caería de cara contra el suelo. Así que bajo las escaleras como lo haría cualquier otro estudiante perfectamente normal. Sin embargo, justo cuando llegaba al último escalón, alzo la vista instintivamente - quería saber si había llamado su atención - dándose cuenta que el nuevo beta la estaba observando con la boca ligeramente entreabierta.
Eso fue todo lo que necesito la castaña para que sus piernas trastabillaran y cayera contra el suelo de cara. Faye no estaba segura de cómo se sentía el "tener vergüenza" o "estar avergonzada" pero las mejillas le ardieron y temió que todo el mundo la viera. Supuso que así debía sentirse.
La caída... fue algo que ella jamás había experimentado - como tantas otras cosas humanas - y es que las hadas tenían un equilibrio perfecto y su andar siempre era elegante y delicado, nunca tropezaban ni aunque estuvieran en su forma humana.
Liam se apresuró a acercarse a ella y ayudarla a levantarse del suelo. Extendió una mano en su dirección y ella se apresuro a tomarla.
Entonces Liam lo noto, estaba nervioso y su mano sudaba, temió que ella lo notara e intento retirar la mano, sin embargo, ella la sujetó con fuerza temiendo volver a caerse.
- Gracias... - hablo la chica alisando su falda. - Aun no me acostumbro a este tamaño.
- Si, realmente son unos zapatos muy altos. - observo el chico fijándose en sus zapatos. Faye se refería a medir más de veinte centímetros, pero decidió guardarse ese apunte para más tarde.
- En realidad, yo quería hablar contigo. - admitió mordiendo ligeramente su labio inferior, los azules ojos del chico viajaron a aquella zona por un segundo.
- ¿Conmigo? - pregunto volviendo a mirarla a los ojos.
- Si, contigo. Soy nueva aquí y unos chicos me han invitado a una fiesta. - explico acomodase el cabello detrás de la oreja. - No quiero ir sola y como tú has sido tan amable conmigo en clase... Bueno... quería saber si vendrías conmigo. - murmuro observándolo a través de las pestañas, dándole la mirada más inocente que pudo encontrar.
- Sí, claro, sí... digo sí. - Liam quiso golpearse en la frente por ser tan idiota.
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Nadie le había dicho nada de tener que conducir. ¡Ella no sabía conducir! Lydia le había dado su coche y le ordeno no rayarlo. Faye estaba segura de que no lo rayaría, iba a destrozarlo por completo.
