Sólo un par de palabras

Versión a los 30's (3)

Parte 3

El pelirrojo seguía durmiendo con las sabanas enredadas en sus piernas, estaba boca abajo por lo cual podía ver su desnuda espalda. HeTian encendió otro cigarrillo sin dejar de mirarlo. Aquella cabellera roja era lo que había llamado primero su atención, después todo lo demás acerca de él.
Abrió un poco la cortina y pudo divisar su enorme auto aparcado en el estacionamiento del motel. Muy llamativo en comparación con el pequeño y destartalado lugar.

Mo no se merecía dormir en lugares baratos como ese, mañana a primera hora saldrían de ese pequeño pueblo irían a la ciudad más cercana y alquilaría el cuarto más lujoso de algún hotel elegante, volverían a hacer el amor justo como hace unas horas pero ahora sobre un amplio colchón y sobre sabanas suaves, quizás de seda.
Terminó su cigarro y regreso a la cama se acostó y abrazo a GuanShan de la cintura, el chico inconscientemente se acomodó,  pegando su tibia espalda a su pecho desnudo.
Tian le beso el cuello.

-gracias por seguir a mi lado- le murmuró.


~~

No habían llegado tan lejos, un par de besos y algunos toques cachondos, después Mo había recuperado el sentido, casi a regañadientes se había separado de aquellos deliciosos labios sabor tabaco y menta, recordándose a si mismo que estaba a una semana de casarse con la bonita hija del gerente de banco y esta era la segunda vez  que veía a HeTian.

-quiero que vengas conmigo- le susurro casi al oído el chico más alto.

-¿a dónde?-

-lejos de aquí… solo estoy de paso, por mi trabajo-

-¿y quieres que me vaya contigo?- HeTian asintió con la cabeza – pero apenas te conozco- frunció el ceño inquieto.

-Mi nombre es HeTian, me gustan los cigarros fuertes, tengo un hermano mayor, mi padre es jefe de la triada del norte,  robo bancos como profesión, amo los autos veloces, cuando duermo lo hago sin camisa, el estofado es mi comida favorita, me encanta el color de tu cabello, el sabor de sus besos y me he enamorado de ti-
Shan sentía que echaba  humo por las orejas, desvió la mirada.

-¿qué coño? ¿qué mierda con este sujeto?- pensaba el pelirrojo mientras su cerebro le mandaba señales de alarma, recordándole que le había confesado ser ladrón de bancos y mafioso.
 
-ahora lo sabes todo de mi… ¿vendrás conmigo?-

-iré contigo- fue la respuesta sencilla que vino a sus labios. Mientras su corazón latía fuertemente contra su pecho.