Una cita falsa

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-No creo que esto vaya a funcionar-dijo el pelirrojo mientras la bonita chica rubia seguía jalando su mano, animándolo a continuar la caminada que los llevaría al café ubicado en el centro de la ciudad.


-¿Por qué no?- se quejó la pequeña apretó la mano de GuanShan con más fuerza- tú me invitas, yo acepto ¡y ya! tenemos una cita como cualquier pareja- miró hacia ambos lados de la calle antes de cruzar y siguió jalando al chico pelirrojo.

Shan negó con la cabeza. Antes de que todo esto pasará el estaba descansando en su casa lejos del ajetreo de la escuela y de los regaños de su madre. Hasta que Qiu Tong apareció en su puerta mandando al caño su sábado feliz.

Al principio y después de oír la historia de la rubia, había pensado en cerrar la puerta en su linda cara y olvidarse de ella, pero la chica había comenzado a lloriquear tan tristemente que su duro corazón de delincuente juvenil se ablando. Y ahora estaba ahí. A escasos metros del café arrepintiéndose de las decisiones que había tomado en su corta vida.

-¿Qiu...?-

-Gracias- el pelirrojo cerró la boca al escuchar estas palabras- gracias por apoyarme Mo, no sabía a quien más recurrir-

-De seguro soy el único tonto que aceptaría hacer el ridículo por ti- la rubia le sonrió tiernamente.

-Eres el único chico en quien confió para esto- Mo se sonrojo un poco sin perder el ceño fruncido que tan bien lo caracterizaba.

- Eres una tonta- la mesera llegó y colocó dos cafés con crema batida y chispas de chocolate frente a ellos.

-Quizás si soy Ian tonta- reflexiono la chica, Mo la miro extrañado.

-¿Cómo?-

-Creí que ella me quería más que a nadie-

Guan Shan suspiró la estúpida cita falsa con Qiu Tong era por culpa de Sun Jin. La casi pareja de Qiu que al parecer hoy también tenía una cita con un chico. Lo cual había hecho enfadar a la rubia y por eso había invitado a Mo a por un café; para espiarla.

El mundo de las chicas era todo un caos… eso estaba pensando cuando su amiga le golpeó el brazo.

-Ahí están- dijo -pero no voltees- le gritó cuando el pelirrojo comenzó a girarse.  Su amiga hizo un puchero y su semblante cambio a uno de aflicción intensa.

-Es tan alto como ella y demasiado guapo- Shan frunció el ceño y se cruzó de brazos. Estar dentro de esta mentira y no poder ver a los susodichos lo hacía enojar, mucho más de lo que ya estaba.

-Qiu tu eres muy linda…- musitó Mo intentando alegrar a la chica frente a él que parecía estar a punto de llorar – si fueras casi mi novia no te cambiaría – intento sonreír, pero sabía que la cuestión era animarla no espantarla por lo que se decidió sólo a no fruncir el ceño y mirarla a los ojos. La rubia le sonrió y tomó su mano entre la de Guanshan.

-Gracias- se miraron con cariño.

-¿Pequeño Mo?-

-¿Qui Tong?-

Ambos se quedaron inmóviles como dos estatuas de hielo. Sus manos inconscientemente se entrelazaron con más fuerza.

-Su..  sun jin- la rubia se giró y Mo hizo lo mismo. Los dos azabache altos y guapos los miraban con la expresión neutral más aterradora que jamás habían presenciado.

-¿Hetian?-

Mo miro de reojo a su amiga. Ella y Sun Jun estaban sentadas en una banca del parque platicando. Toda aquella confusión de citas falsas y encuentros catastróficos se había arreglado fácil. Sun Jun y Hetian eran primos y ella le había pedido ayuda para comparar algo para Qiu ya que se le declararía. Y así era como había terminado sentado en el parque junto a su archienemigo Tian, mientras bebían café.

-Vaya- habló el pelinegro- así que tratabas de ponerme celoso-

-¿Cómo?-

-Con tu cita falsa-

-Claro que no- Mo se indignó y se preguntó cómo es que aún seguía sentado junto al idiota ese.

-Debo de aceptar que cuando te vi con la rubia, me puse celoso-

-¿Qué?- GuanShan se sonrojó

-No lo vuelvas  a hacerlo Mo-

-¿eeh?- El pelirrojo sentía que aquella conversación estaba más allá de su comprensión.

He  tomo su mano y GuanShan sintió como signos de interrogación aparecían cerca de su cabeza cuál comic  japonés. El moreno entonces levantó su mano y depósito un suave beso en los nudillos fríos de Mo y entonces su cerebro hizo implosión se giro avergonzado sólo para ver a las chicas besándose en la banca contigua.

Fin

Creo que puede haber más historia no? Quizás se merece un libro  completo está idea… bah no se!.... gracias por sus comentarios y estrellas… feliz otoño.

Sólo un par de palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora