•Capítulo 2

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Me levanté por la alarma, hoy Lunes, lo que significa el comienzo de nuevas lágrimas.

Me vestí con una camiseta de manga corta suelta azul con una letras por delante que ponía:

"Happiness what is"

Y por detrás también decía:

"Quit Your Job

Sleep All Day

Party All Night

Kiss A Stranger

NEVER RETURN"

Que me hagan daño no significa que sea sosa, que no me divierta y que no salga.

Aunque tenga sólo a mi vecina, que es mi mejor amiga, con ella me lo paso genial, lo malo es que ella ya se graduó y trabaja de mañana en una cafetería.

Para acabar me puse unos pantalones largos negros y unas sandalias azules.

Estábamos en Octubre y aún no hacía mucho frío, lo que también quería decir que me quedaba mucho curso que aguantar.

Bajé las escaleras despacio para que mi hermana no notara mi presencia. Al menos no tan temprano.

-Vaya, menos mal que estás despierta, no pensaba llamarte- dijo Clara, mi hermana, sentada en el sofá del salón,  cuando me vio bajar el último escalón.

-No lo llevas haciendo lo que llevo de curso... No me esperaba otra cosa de ti.

-Mira, preciosa- dijo sarcásticamente mirándome con asco- Si por algo estoy aquí es gracias a tu maldita existencia, MIS padres, no los tuyos, me obligaron a quedarme aquí mientras ellos huyeron de ti, porque no te quieren, pero en cuanto tengas 21 años te vas de aquí y nosotros volveremos a ser una familia.

Sus palabras tocaron fondo.

Aunque ella no me quería, yo a ella sí, eso no lo puedo evitar.

Ella es perfecta, rubia, alta delgada...

Sólo deseaba a alguien que me quisiera, al menos que ella me quiera, con eso me basta.

Solté dos lágrimas y fui a la cocina a desayunar, antes de que mi hermana trajera a alguien a casa y le hablara mal de mí en mi presencia, y no podía tampoco llegar tarde a clases.

Desayuné en la encimera unos cereales con leche y zumo de naranja, hasta que mi hermana entró.

-¿Por qué comes tanto? Te pondrás más gorda de lo que estas y no me quedará comida a mi, más vale que no tengas hambre, porque cuando vengas de clase tienes prohibido comer, hasta la cena no ingerirás nada en tu estómago, por glotona.

Asentí despacio, dejando todo en el lavavajillas y subí a por la mochila a mi habitación, la pared rosa chicle iluminaba el cuarto por los rayos de sol.

Colgué la mochila en mis hombros y salí de casa sin despedirme, pues sabría que no obtendría respuesta alguna.

Caminaba por la calle pasando las casas tranquila, no iba a llegar tarde según mi móvil, volví a guardarlo en el bolsillo de la mochila.

La calle estaba desierta con los jardines verdes de las casas y con el Rocío en la fina hierba. Amaba la frescura de la mañana.

De cierta forma me tranquilizaba y me olvidaba de todo a mi alrededor con tan sólo oler la fresca mañana.

"La hierba crece, se moja en su propia humedad, dulce y fresca. Y yo me quedo estancada en un mismo sitio, mojada en mares de lágrimas bochornosas."

No more {Justin Bieber} SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora