•Capítulo 5

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Desperté ajena a todo a mi alrededor, me levanté perezosamente y caminé hasta el baño para lavarme un poco la cara.

Cuando me miré en el espejo una vez que estaba seca, mis ojos se abrieron de par en par.

Un hematoma casi morado adornaba mi pómulo derecho.

Me eché un poco de maquillaje y me peine, yendo otra vez a mi cuarto para vestirme.

Abrí el armario indecisa-¿Y ahora que me pongo yo?- susurré en voz baja, delante de un montón de ropa.

Escogí al final una camiseta rosa con letras negras que ponían "Love is beautiful"

Y de fondo florecitas a alrededor y dentro de las letras.

Unos pantalones largos negros y converse.

Bajé las escaleras y entré a la cocina. Parece que Clara aún no despierta.

Me dirigí a la nevera donde saqué el brick de leche y del armario una taza blanca para echar el contenido.

Después de hacer el desayuno para Clara y para mi, me terminé el mío y lave los cacharros.

Miré el reloj que había colgado en la pared.

11:33.

No había ido al colegio, hoy lo dejaría pasar, mejor no encontrarme con más problemas.

Fui al salón y me tumbé en el sofá prácticamente.

Escuché pasos bajar las escaleras y una Clara vestida y preparada entró al salón, me miró sorprendida-Así que faltando a clases...

Asentí y ella pasó de mi para ir a la cocina.

No tenía nada que hacer así que no pude retirar pensar en el beso que ocurrió ayer.

Por instinto me toqué los labios. Justin no me gusta, al contrario, me hace la vida imposible, pero sus labios... Sus dulces labios blanditos son jodidamente ricos.

Una voz me sacó de mis pensamientos -Me voy, limpia la casa y haz la comida, haz algo productivo ya que tengo que ver tu presencia a estas horas de la mañana.

Asentí sabiendo que si negaba iba a ser peor.

Salió por la puerta y la cerró de un portazo asustándome.

-Ya que estamos...

Me levanté del sofá saqué y abrí la puerta de madera que había en un lateral de la cocina donde se encontraban los artilugios para limpiar la casa.

Con una fregona en las manos empecé a fregar el suelo de la cocina, el cubo de agua estaba casi gris cada vez que enjuagaba la fregona, soy como la ama de casa. Clara no hace nada aquí.

Acabé con la cocina y fregué las escaleras de arriba a abajo, para luego que al bajar yo no me escurriese o las manchase de nuevo.

El timbre me obligó a dejar la fregona apoyada en la pared al lado de las escaleras y me dirigí a abrir la puerta.

¿Quién podrá ser?

Abrí y me encontré con Justin.

Di un respingo y mis ojos se abrieron, oh no, por favor.

-¿No piensas saludar o te comió la lengua el gato?

-¿Qué ha-haces aquí?-logré pronunciar.

-Me salí de clase y ya que estaba fuera, pensé que echarías en falta tu mochila.

Miré su hombro y en efecto, estaba mi mochila colgada de su hombro.

-Ah... Gracias.

Me la entregó de mala gana y pasó como si estuviera en su casa.

Dejé la mochila en el suelo al lado del sofá en el que él estaba sentado todo esparcido.

-Así que estabas limpiando-señaló la fregona que seguía en el mismo lugar.

-Si.

-Pues también quiero que me pagues otra cosita.

Se levantó y se quedo frente a mi. Levantó su mano y cerré los ojos por instinto, me iba a golpear. Pero en vez de eso sentí su mano en mi nuca y antes de poder abrirlos, unos labios suaves y hambrientos me dejaron sin palabras.

Le devolví el beso por obligación más que por gusto, pero eso no significaba que no me gustase el beso.

Sus labios se acoplaban a los míos casi como un puzzle, los movíamos frenéticamente pero yo perdí el ritmo cuando estaba empezando a quedarme sin aire.

Se separó y me volvió a besar casi al segundo, pero este beso era más lento, más completo, mis manos fueron a su nuca y cabello y él ahora las tenía las dos en mi nuca.

El beso era más profundo y sentí su lengua entrar en mi boca, chocando con la mía, no quería negarme, no sabiendo lo que era capaz si lo hacia.

Al cabo de varios segundos más se separó y antes de darme tiempo a abrir los ojos un puño me dio de pleno en el rostro y caí en el suelo.

De nuevo esa sustancia salada se hizo presente en mis ojos y no me atreví a mirarlo, mis ojos estaban cerrados fuertemente tratando de calmar el dolor y cuando puse las manos en mi rostro me di cuenta de que mi labio sangraba, ahora menos quería abrirlos.

Sus fuertes brazos me levantaron y empecé a temblar. Su rodilla pegó fuertemente en mi abdomen y me doblé lo que pude, aún seguía en sus brazos, fue avanzando y yo retrocedía hasta llegar al empiece de las escaleras.

-¡Sube ahora!-gritó furioso.

¿Qué había echo yo ahora para merecer esto?

Subí y él imitó mis pasos. Ya justo en el último peldaño me cogió del brazo y avanzamos, en mitad del pasillo me agarró del pelo tirándolo fuertemente y tirándome en el suelo de nuevo, su pie impactó en mi costilla y grité por el dolor.

-No, no más...

-¡Cállate! Seguiré hasta que me de la gana.

Me levanté con las únicas fuerzas que me quedaban y él me miró con sus ojos mieles irradiando odio.

-Mañana te quiero ver en clase, hoy he tenido que venir yo a darte tu merecido y no lo pienso hacer de nuevo

No dijo nada y bajó las escaleras-¡Ah y antes que nada, ésta noche no tengo nadie que me cocine así que pasaré a buscarte para que me hagas la cena en casa y divertirme un poco más contigo, ahora no me he desquitado del todo!-tras chillar eso cerró de un portazo.

¿A su casa?

Eso sólo significa más dolor. Nunca había ido a su casa, pero por sus palabras no era nada bueno.

Fui al baño y me asusté al ver sangre seca.

Cogí el maletín de abajo del lavabo en el pequeño armario y saqué agua oxigenada y algodón.

Al ponérmelo escocía un montón-¡La leche!-dije.

Cuando en mi rostro ya no quedaba nada más que él moretón de esta mañana, guardé todo de nuevo y cansada de todo me fui abajo a por mi mochila, saqué el móvil y la mochila me la colgué para subir a mi habitación, éste le puse a cargar y la mochila la deje encima del escritorio.

Sólo quería dormir, ahora mismo no quería hacer nada más, me dolía todo el cuerpo.

Me tiré a la cama haciéndome gemir por el dolor en la costilla y tras varios minutos llorando en silencio, me quede dormida.

"La almohada escuchaba mis plegarias, mis lágrimas secas se quedaban en ella, y ella, sin rechistar me apoyaba en todo lo peor, pero en silencio, eso ya era más de lo que algunas personas hacían por mi."

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Buenaaaaaas 👋

Sé que es un poco corto pero luego subiré otro!!

Pauliii este capítulo va dedicado a ti eh, que lo he escrito pra ti jajajaja

Te quieroooo 💞

No more {Justin Bieber} SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora