Callejón

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Paso más o menos un mes desde el accidente, comencé a ir a la escuela con Namjoon, deje de salir sin su presencia, así siempre me sentía segura.

En todo ese tiempo nos volvimos muy amigos, ya no eramos los simples vecinos.

- hay que hacer una tarde de películas - mencionó emocionado

- si, claro, pero yo iré a comprar las palomitas

- ¿estas bien con eso?,

- ya paso bastante, no creo que me sigan vigilando, puedo ir sola - alce mis pulgares

- okey, ve y vuelve segura - acaricio mi cabeza

Salí de su cama y me dirigí a la puerta principal de la casa, dude un poco pero ya había pasado tiempo, no había nada que temer.

Pronto llegue a la tienda, la verdad es que no era muy frecuente ver a personas por esa colonia, eso no era algo que me tranquilizara. Tome unas cuantas frituras aparte de palomitas y refresco.

- gracias - dije cuando me entregaron el cambió y la bolsa con mis compras

Salí muy contenta de la tienda pero antes de irme de aquel lugar observe un gatito, uno muy lindo. Sus ojos tan profundos me invitaron a acercarme a él.

- que lindo - me arrodille y acaricie su cabeza

- es un gusto encontrarte aquí Kim Ginebra - gire mi mirada a quien estaba a un lado mío

Reaccione de inmediato lanzándome hacia atrás y lo único que logre fue doblarme el tobillo y que se fuera el gatito.

- ¿qué quieres? - retrocedí con mi pie lastimado

- vine a hacer lo que no logre hace un mes - se abalanzó hacia mi encajando un cuchillo en mi hombro

Un sonoro grito salio de mi boca pero Maick me tapó la boca enseguida.

Sus golpes estaban destruyendo cada fibra de mi cuerpo, y con su cuchillo se divertía haciendo una que otra cortada.

- tu vida fue condenada desde el momento en que me conociste Ginebra - tomo mi cabello y estaba listo para el ultimo golpe

- supongo que si - sonreí aun con todo el dolor que sentía en mi cuerpo y también en mi corazón, una lágrima atravesó mi cara - este es mi fin

- iras a ver a tus padres, deberías estar feliz - comenzó ahorcarme, dejando muy poco oxigeno en mi cuerpo

- valla mierda eres Villin - un hombre atrás de él hablo y lo tomo por el cuello estampandolo en el suelo - se acabo tu juego aquí

- ¿disculpa? - le lanzo una risa burlona

- sabes bien quien soy, y si no quieres ser tu él muerto sera mejor que no le toques ni un pelo de nuevo

Al ver al chico que me salvo, las lágrimas inundaron mis ojos dejando una imagen borrosa en la que golpea a Maick, no paraba de llorar en aquel oscuro callejón.

- no vuelvas por ella Villin - lo dejo irse con su cara irreconocible y se acerco a mi

Mis ojos eran cada vez más borrosos y pesados.

- gracias - cerré mis ojos y no supe nada más de él

Alcanzaba a oír un bip a la lejanía y una suave brisa que acariciaba mi mano, eso me hizo sentir realmente segura.

Desperté en el hospital, mire alrededor y me encontré con la mirada cabizbaja de Nam, sonreí inconscientemente.

- Nam.. - una voz roca salio de mi boca

- Ginebra, ¡diablos! Creí que te perdería - apretó ligeramente mi mano - me alegro que estés bien - acaricio mi mejilla

- ¿donde esta el chico?

- ¿cual chico? - me miro confundido

- olvidalo - sonreí - me gustaría descansar más Nam

- claro que si

Me dejo dormir por más tiempo mientras pasaba su mano por mi cabeza profundizando más el sueño.

ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora