ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

Fin flash back

Después de despedirme de mis padres nos paramos y fuimos hasta su casa, me invitó a quedarme ya que no nos habíamos visto en casi todo él día.

No me sentí nerviosa ni nada por el estilo, la verdad es que me sentía triste y desganado, su sugerencia de ir a su casa y dormir con él me levanto un poco el ánimo.

- entra - me abrió la puerta y pensé en cómo la vez pasada tuve que traerlo en un carrito de supermercado

- gracias

- Ginebra, debiste decirme que verías a tus padres, también hace mucho te dije que no salieras tan tarde

- lo sé.. perdón, pero es a la única hora que me gusta ir

- esta bien, ahora hay que ir a dormir, aunque no tengo un pijama para ti

- no importa, puedo dormir con mi vestido

Me miró sin decir nada y tomó mi mano para ir a su habitación, no sé cómo pude ver con tantas obscuridad y la poca luz que nos deja la luna.

Me dejó que me acomodarla mientras el se fue a cambiar, solo me quité la liga en mi pelo y mis calcetas. Me tapé y esperé a que llegara. De verdad creí que él se acostaría y me daría la espalda como siempre lo hace en todos los momentos.

Esta vez no fue así, se acostó, tiro un poco de la cobija para taparse y después de pasar su mano suavemente por mi muslo me abrazo y me dio un beso en la frente, me sentí muy protegida en ese instante.

...
A la mañana siguiente me desperté antes que él, salí con mucho cuidado y me fui a bañar a mi casa, tenemos clases después de todo.

Como siempre, lo encontré parado aún lado del poste y le sonreí yendo hasta él.

Todo el día me reclamó que me fui en vez de despertarlo pero su cara era tan linda que decidí mejor dejarlo así, aunque de igual forma sonó su alarma y lo levantó.

Antes de terminar las clases volvió a dirigirse hacia mí con una sonrisa.

- hay que quedarnos a jugar básquetbol

- oooh, está bien

Al sonar el timbre se puso su chaqueta y una gorra, se me hizo algo extraño pero no le tomé mucho importancia.

Entramos en el auditorio a jugar basquetbol. Como siempre, lucia tan irresistiblemente guapo, con ropa deportiva y esa gorra que decora su cabeza, su piel color leche tan brillosa que parece de otra dimensión y más cuando está completamente de negro. Es una lastima que me haya rechazado y solo me mire como una amiga o algo menos que amiga.

- que lenta eres - apenas anote una y él ya llevaba seis

- aggg, creo que estoy más ciega que antes - tome el balón y enceste, y la verdad era que no veía nada, todas las luces se encontraban apagadas y es invierno por lo tanto esta nublado

- ¿enserio? - dijo sarcástico, sonrió y anotó otra - dos a siete

- yoongi - lo mire a los ojos - me gustas - sonreí y corrí a abrazarlo, cielos, no puedo retener todo el cariño que le tengo

Ambos caímos al piso pero aun así seguí aferrada a su torso mientras el pasaba su brazo por mis hombros y suspiraba.

- no necesitas repetirlo, tonta

Nos quedamos tanto tiempo abrazados que quedamos profundamente dormidos, si no me quiere.. ¿por qué me hace esto? Bueno, no estoy totalmente segura de que no me quiera, pero aún así.

Dormir en sus brazos es tan formidable, una sensación de satisfacción a otro tope. Tal vez nunca seré su novia, porque solo piensa en si mismo pero sabes, me conformo con esto.

Porque puede que no seamos algo formal pero últimamente está para mí todo el tiempo, hace cosas tiernas y se preocupa si me pasa algo.