ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

Admito que me preocupa

Narra Yoongi

Toda la rabia subió a mi con tanta velocidad que no fui ni consciente de en que momento me encontraba golpeando a ese imbécil.

- ¡Hijo, para! - mi padre me alejo de él para sujetarlo - ¡llama una ambulancia!

Cuando reaccione mi madre ya lo había hecho, mi padre sujetaba a aquel idiota, lo único que hice fue arrastrarme hasta Ginebra, quite mi camisa y la puse en su herida para detener la sangre.

- todo va estar bien - tuve que contener mis nervios para darle seguridad pero supuse que apenas y me escuchaba

- Taehyung.. - susurro apenas - esta en.. la casa...

No dijo nada más y cerró sus ojos con lágrimas, el pánico entró en mi pero las sirenas de la ambulancia y los policías se oían muy cerca.

Cuando llegaron me aparte para que la subieran, y le di un vistazo a Collins que se reía de lo que acababa de hacer, le pudieron esposas y se lo llevaron.

Ni siquiera subí a la ambulancia, lo hicieron mis padres por mi, yo solo corrí hasta la casa de Ginebra, corrí como nunca en mi vida, ni siquiera supe porque lo hacía.

Abrí la puerta de golpe y me encontré con un chico amarrando y con una pequeña cortada en la frente. Tome aire y me acerque a él.

- ¿quien eres? - dijo asustado

- soy.. - intenté recuperar mi aliento - no importa - comencé a desamarrarlo - tenemos que ir al hospital

- ¡¿qué le paso a Ginebra?! - se incorporo cuando termine de quitar las cuerdas - tengo que ir - este cogió de su pie

- vamos - me incline para que subiera a mi espalda y antes de hacerlo tomo una camisa del cajón y me la dio

Camine lo más rápido que puede hasta llegar a la parada de autobús, ¿por qué tengo que hacer esto? Estúpida Ginebra, sino fuera por ti me estaría ahorrando estos espantos, corajes y extrañas sensaciones en el estomago.

- ¿qué le hizo?

- la apuñalo en el abdomen

- no - tomo su cabello con frustración - ¿como pudo pasar esto? - suspiro

- tu.. ¿quien eres? - pregunté curiosos, ya que ella nunca me quiso decir

- soy su primo, Taehyung

No hablamos más y en la ultima parada corrimos hasta el hospital, comenzaba a estar obscuro y ponerse un poco frío.

- ¿qué paso con ella? - corrí con mi madre

- esta en emergencias, pero al parecer se pondrá bien, no fueron tan profundas las heridas

- pueden irse - hablo el chico - muchas gracias por su ayuda - hizo una reverencia y paso a sentarse para llamar a alguien

Suspire y cuando estaba por salir unos policías llegaron. Lamentablemente no pude guardar por más tiempo lo que él le hizo anteriormente y les conté todo, se miraban muy serios, supuse que ese tipo no saldría de la cárcel tan fácil.

Ella es todo un fastidio, pero tengo que admitir que me preocupa lo que le pase.