ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

Casas abandonadas

Justo antes de entrar a la escuela encontré a yoongi, camine un poco más rápido para alcanzarlo y darle lo necesario para que estudiara lo que diría.

- Yoongi

- ¿qué quieres?

- hice unas notas para que las aprendas, después de todo hice la exposición

- puedes quedartelas, y ya no me digas Yoongi

- pero.. ¡oye! - paso la escuela de largo - ¿a donde vas?

No contesto así que tome la peor decisión de mi vida, comencé a seguirlo sin saber a donde íbamos.

- ve a clases - lo ignore y seguí caminando atrás de él

Llegamos hasta una zona donde las casas estaban abandonadas, y había alguna que otra basura, pero no había ni una alma en aquel lugar.

Un ruido en alguna de las casas sonó y voltee embobada a ver lo que sucedía, cuando enderece mi mirada ya no estaba Yoongi. Si, me altere y comencé a caminar buscándolo.

- yoongi.. ¿donde te has metido? - observe por todo el lugar - ¡esto no es divertido!

Una sombra se desvaneció por una callejón, mis piernas temblaban del miedo, después de lo de Maick no había vuelto a pisar un callejón.

Entre pero no había nadie, suspire mirando lo sólo que estaba, una mano atravesó por frente mío tapó mi boca y me hizo retroceder.

Mi corazón latía desbocadamente y cuando me dio la media vuelta estampando mi cuerpo contra la pared solté pequeñas lágrimas.

- eso te pasa por seguirme Ginebra - su cara burlona apareció ante mis ojos vidriosos - no seas llorona, solo fue una broma

- eres un tonto, unos minutos te portas bien conmigo y los otros eres un idiota - golpee su pecho

- es cierto, acepta como soy - me miro desabrido

- no puedo.. Eres tan estresante

- entonces, ¿qué haces aquí? Persiguiéndome como un cachorro a su dueño

- solo quería entenderte pero es muy difícil

Suspiro y tomo mi muñeca jalandome hasta fuera de ese lugar, admito que llegó un punto en el que si sentí un pequeño ardor en mi muñeca.

- anda a tu casa, estoy cansado de ti

- eres tan cruel

- ¿hay alguna razón por la cual no deba hacerlo?

- porque somos compañeros.. Tal vez amigos

- ¿amigos? - solto una carcajada - si, claro, ya vete de aquí

No dije nada más y salí casi corriendo de ese lugar, perdí dos horas de clase y por supuesto, la calificación de la exposición.

- hey - un chico hablo por detrás de mi y voltee a verlo enseguida

- Hoseok, hola - sonreí

- ¿como te a ido chica de cabello negro? Te he estado observando desde hace rato y no has tocado para nada tu comida

- no tengo apetito hoy, ¿que tal si me haces compañía? - palmie el asiento aun lado de mi

- esta bien, pero me dirás por qué estás así - volteo e hizo una seña a sus amigos, luego regreso su mirada a mi

- aah, ¿enserio debo decírtelo?

- tal vez no, aun no somos tan amigos como para contarnos de todo - sonrió

- eres un libro cerrado eh - metí la pajilla en mi boca y saboree mi refresco

- te lo dije, aun no somos los grandes amigos, pero acepto que así es, soy un libro cerrado - me arrebato mi refresco y se lo terminó

- ¡oye! Me compraras otro - infle mis mejillas

- sólo si hoy bienes a verme - me guiño un ojo - si encestó te lo dedicare

- seria estupendo

- ¿entonces si?

- claro - le di un golpe leve con mi codo

Platicamos todo el receso y al sonar la campana para regresar a clases me llevo hasta mi salón, eso fue lo bueno de mi día, el estar a su lado también me hacia sentir una paz tremenda.

Las demás clases me la pase pensando en Namjoon quien se había alejado casi por completo de mi. Tome mi celular sin que alguien me viera y le mande un mensaje a lo que me respondió con un desabrido "Te dije que te alejaras de él".